29.2 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Lucas 5 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    La pesca milagrosa

    1. Y ACONTECIÓ, que estando él junto al lago de Gennezaret, las compañías se derribaban sobre él por oir la palabra de Dios.

    2. Y vió dos navíos que estaban cerca de la orilla del logo; y los pescadores, habiendo descendido de ellos, lavaban sus redes.

    3. Y entrado en uno de estos navíos, el cual era de Simon, le rogó que le desviase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde el navío las compañías.

    4. Y como cesó de hablar, dijo á Simon: Lleva en alto mar, y echad vuestras redes para tomar.

    5. Y respondiendo Simon, le dijo: Maestro, habiendo trabajado toda la noche, nada hemos tomado: mas en tu palabra echaré la red.

    6. Y habiéndolo hecho, encerraron gran multitud de pescado, que su red se rompia.

    7. E hicieron señas á los compañeros que estaban en el otro navío, que viniesen á ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos navíos de tal manera que se anegaban.

    8. Lo cual viendo Simon Pedro, se derribó de rodillas á Jesus, diciendo: Salte de conmigo, Señor, porque soy hombre pecador.

    9. Porque temor le habia rodeado, y á todos los que estaban con él, de la presa de los peces que habian tomado:

    10. y asimismo á Jacobo y á Juan, hijos de Zebedéo, que eran compañeros de Simon. Y Jesus dijo á Simon: No temas: desde ahora tomarás hombres.

    11. Y como llegaron á tierra los navíos, dejándolo todo, le siguieron.

    Jesús sana a un leproso

    12. Y ACONTECIÓ que estando en una ciudad, hé aquí un hombre lleno de lepra, el cual viendo á Jesus, postrándose sobre el rostro le rogó, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme.

    13. Entonces extendiendo la mano le tocó, diciendo: Quiero: sé limpio. Y luego la lepra se fué de él.

    14. Y él le mandó que no lo dijese á nadie: Mas vé, (dice), muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para que les conste.

    15. Empero el hablar de él andaba mas; y se juntaban muchas compañías á oir, y ser sanadas por él de sus enfermedades.

    16. Mas él se apartaba á los desiertos, y oraba.

    Jesús sana a un paralítico

    17. Y aconteció un dia, que él estaba enseñando, y Fariséos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habian venido de todas las aldeas de Galiléa, y de Judéa, y Jerusalem; y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.

    18. Y hé aquí, unos hombres, que traian en una cama un hombre que estaba paralítico; y buscaban por donde meterle, y ponerle delante de él.

    19. Y no hallando por donde meterle á causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con la cama en medio, delante de Jesus.

    20. El cual, viendo la fé de ellos, le dice: Hombre, tus pecados te son perdonados.

    21. Entonces los escribas y Fariséos comenzaron á pensar, diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿quien puede perdonar pecados, sino solo Dios?

    22. Jesus entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué pensais en vuestros corazones?

    23. ¿cuál es mas fácil; decir: Tus pecados te son perdonados; ó decir: Levántate, y anda?

    24. pues porque sepais que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice al paralítico): Á tí digo : Levántate, toma tu cama; y véte á tu casa.

    25. Y luego levantándose en presencia de ellos, y tomando aquello en que estaba echado, se fué á su casa glorificando á Dios.

    26. Y tomó espanto á todos, y glorificaban á Dios; y fueron llenos de temor, diciendo: Que hemos visto maravillas hoy.

    Llamamiento de Leví

    27. Y DESPUES de estas cosas salió, y vió á un publicano llamado Leví, sentado al banco de los públicos tributos, y le dijo: Sígueme.

    28. Y dejadas todas cosas, levantándose, le siguió.

    29. E hizo Leví gran banquete en su casa, y habia mucha compañía de publicanos, y de otros, los cuales estaban á la mesa con ellos.

    30. Y los escribas y los Fariséos murmuraban contra sus discípulos, diciendo: ¿Por qué comeis y bebeis con los publicanos y pecadores?

    31. Y respondiendo Jesus, les dijo: los que están sanos no han menester médico, sino los que están enfermos:

    32. no he venido á llamar á los justos, sino á los pecadores á penitencia.

    La pregunta sobre el ayuno

    33. Entonces ellos le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan ayunan muchas veces, y hacen oraciones, y asimismo los de los Fariséos; y tus discípulos comen y beben?

    34. Y él les dijo: ¿Podeis hacer que los que son de bodas ayunen, entre tanto que el esposo está con ellos?

    35. empero vendrán dias cuando el esposo les será quitado: entonces ayunarán en aquellos dias.

    36. Y les decia tambien una parábola: Nadie mete remiendo de paño nuevo en vestido viejo: de otra manera el nuevo rompe, y al viejo no conviene remiendo nuevo.

    37. Y nadie echa vino nuevo en cueros viejos: de otra manera el vino nuevo romperá los cueros, y el vino se derramará, y los cueros se perderán.

    38. Mas el vino nuevo en cueros nuevos se ha de echar; y lo uno y lo otro se conserve.

    39. Y ninguno que bebiere el viejo, quiere luego el nuevo; porque dice: El viejo es mejor.