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miércoles, julio 17, 2024
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    Mateo 3 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    Predicación de Juan el Bautista

    1. Y EN aquellos dias vino Juan el Bautista, predicando en el desierto de Judéa,

    2. y diciendo: Enmendáos: que el reino de los cielos se acerca.

    3. Porque este es aquel del cual fué dicho por el profeta Isaías, que dijo: Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor; enderezad sus veredas.

    4. Y tenia Juan su vestido de pelos de camellos, y una cinta de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel montés.

    5. Entonces salia á él Jerusalem, y toda Judea, y toda la provincia al rededor del Jordan,

    6. y eran bautizados de él en el Jordan, confesando sus pecados.

    7. Y viendo él muchos de los Fariséos y de los Saducéos, que venian á su bautismo, les decia: Generacion de víboras, ¿quién os ha enseñado á huir de la ira que vendrá?

    8. Haced pues frutos dignos de conversion.

    9. Y no penseis á deciros: A Abraham tenemos por padre: porque yo os digo, que puede Dios despertar hijos á Abraham aun de estas piedras.

    10. Ahora, ya tambien la hacha está puesta á la raiz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado, y echado en el fuego.

    11. Yo á la verdad os bautizo en agua para conversion: mas el que viene tras mí, mas poderoso es que yo, los zapatos del cual yo no soy digno de llevar: él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

    12. Su aventador en su mano, y aventará su era, y allegará su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.

    El bautismo de Jesús

    13. ENTONCES Jesus vino de Galiléa á Juan al Jordan, para ser bautizado de él.

    14. Mas Juan le resistia mucho, diciendo: Yo he menester de ser bautizado de tí, ¿y tu vienes á mí?

    15. Empero respondiendo Jesus le dijo: Deja ahora: porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces le dejó.

    16. Y Jesus despues que fué bautizado, subió luego del agua, y, hé aquí, los cielos le fueron abiertos, y vió al Espíritu de Dios que descendia como paloma. Y venia sobre él;

    17. y, hé aquí, una voz de los cielos que decia: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.