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miércoles, julio 17, 2024
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    Santiago 4 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    La amistad con el mundo

    1. ¿DE donde vienen las guerras, y los pleitos entre vosotros? De aquí, es á saber, de vuestras concupiscencias, las cuales batallan en vuestros miembros.

    2. Codiciais, y no teneis: teneis envidia y odio, y no podeis alcanzar: combatís y guerreais, y no teneis lo que deseais, porque no pedís.

    3. Pedís, y no recibís: porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

    4. Adúlteros y adúlteras, ¿no sabeis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

    5. ¿Pensais que la Escritura dice sin causa: El Espíritu que mora en nosotros, codicia para envidia?

    6. Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.

    7. Sed pues sujetos á Dios: resistid al diablo, y huirá de vosotros.

    8. Llegáos á Dios, y él se llegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos: Y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones.

    9. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa conviértase en lloro, y vuestro gozo en tristeza.

    10. Humilláos delante de la presencia del Señor, y él os ensalzará.

    Juzgando al hermano

    11. Hermanos, no murmureis los unos de los otros: el que murmura de su hermano, y juzga á su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga á la ley; y si tú juzgas á la ley, no eres guardador de la ley, sino juez.

    12. Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿quién eres tú que juzgas á otro?

    No os gloriéis del día de mañana

    13. EA ahora, los que decis: Vamos hoy y mañana á tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganaremos:

    14. y no sabeis lo que será mañana. Porque, ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y despues se desvanece.

    15. En lugar de lo cual deberiais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello.

    16. Mas ahora triunfais en vuestras soberbias. Toda gloria semejante es mala.

    17. El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace.