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miércoles, julio 17, 2024
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    Eclesiastés 10 - Reina Valera 1862

    Excelencia de la sabiduría

    1. LAS moscas muertas hacen heder y dar mal olor el perfume del perfumador; y al estimado por sabiduría y honra una pequeña insensatez.

    2. El corazón del sabio está a su mano derecha: mas el corazón del insensato, a su mano izquierda.

    3. Y aun cuando el insensato va por el camino, su cordura falta; y dice a todos: insensato es.

    4. Si espíritu de señor te acometiere, no dejes tu lugar; porque la flojedad hara reposar grandes pecados.

    5. Hay otro mal que ví debajo del sol, como salido de delante del señor por yerro:

    6. La insensatez está asentada en grandes alturas; y los ricos están sentados en bajeza.

    7. Ví siervos encima de caballos, y príncipes que andaban, como siervos, a tierra.

    8. El que hiciere el hoyo, caerá en él; y el que aportillare el vallado, morderle ha la serpiente.

    9. El que mudare las piedras, tendrá trabajo en ellas: el que cortare la leña, peligrará en ella.

    10. Si se embotare el hierro, y su filo no fuere aguzado, añadir más fuerza: mas la bondad de la sabiduría excede.

    11. Si la serpiente mordiere no encantada, no es más el lenguaz.

    12. Las palabras de la boca del sabio son gracia: mas los labios del insensato lo echan a perder.

    13. El principio de las palabras de su boca es insensatez; y el fin de su habla, desvarío malo.

    14. El insensato multiplica palabras, y dice: No sabe hombre lo que ha de ser: ¿y quién le hará saber, lo que será después de él?

    15. El trabajo de los insensatos los fatiga; porque no saben por donde van a la ciudad.

    16. ¡Ay de tí tierra, cuando tu rey fuere mozo, y tus príncipes comen de mañana!

    17. ¡Bienaventurada tierra tú, cuando tu rey fuere hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora por la fuerza, y no por el beber!

    18. Por la pereza se cae la techumbre; y por la flojedad de manos se llueve la casa.

    19. Por el placer se hace el convite, y el vino alegra los vivos; y el dinero responde a todo.

    20. Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey; ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz; y las que tienen alas, harán saber la palabra.