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miércoles, julio 17, 2024
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    Génesis 1 - Reina Valera 1862

    La creación

    1. En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

    2. Y la tierra estaba desadornada y vacía; y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo: y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.

    3. Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.

    4. Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios a la luz de las tinieblas.

    5. Y llamó Dios a la luz día; y a las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día.

    6. Y dijo Dios: Sea un extendimiento en medio de las aguas, y haga apartamiento entre aguas y aguas.

    7. E hizo Dios un extendimiento, y apartó las aguas que están debajo del extendimiento, de las aguas que están sobre el extendimiento: y fué así.

    8. Y llamó Dios al extendimiento Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo.

    9. Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así.

    10. Y llamó Dios a la seca, Tierra; y al juntamiento de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno.

    11. Y dijo Dios: Produzca la tierra yerba verde, yerba que haga simiente: árbol de fruto que haga fruto según su naturaleza, que su simiente esté en él sobre la tierra: y fué así.

    12. Y produjo la tierra yerba verde, yerba que hace simiente según su naturaleza, y árbol que hace fruto, que su simiente está en él según su naturaleza: y vió Dios que era bueno.

    13. Y fué la tarde y la mañana el día tercero.

    14. Y dijo Dios: Sean luminares en el extendimiento de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y por tiempos determinados, y por dias y años:

    15. Y sean por luminares en el extendimiento de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fué así.

    16. E hizo Dios los dos luminares grandes: el luminar grande para que señorease en el día, y el luminar pequeño para que señorease en la noche, y las estrellas.

    17. Y púsolos Dios en el extendimiento de los cielos, para alumbrar sobre la tierra;

    18. Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno.

    19. Y fué la tarde y la mañana el día cuarto.

    20. Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, sobre la haz del extendimiento de los cielos.

    21. Y creó Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva, que anda arrastrando, que las aguas produjeron según sus naturalezas: y toda ave de alas según su naturaleza: y vió Dios que era bueno.

    22. Y bendíjolos Dios, diciendo: Fructificád y multiplicád, y henchíd las aguas en las mares; y las aves se multipliquen en la tierra.

    23. Y fué la tarde y la mañana el día quinto.

    24. Y dijo Dios: Produzca la tierra ánima viviente según su naturaleza, bestias, y serpientes, y animales de la tierra según su naturaleza: y fué así.

    25. E hizo Dios animales de la tierra según su naturaleza y bestias según su naturaleza; y todas serpientes de la tierra según su naturaleza: y vió Dios que era bueno.

    26. Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imágen, conforme a nuestra semejanza; y señoreen en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra.

    27. Y creó Dios al hombre a su imágen, a imágen de Dios le creó: macho y hembra los creó.

    28. Y bendíjolos Dios, y díjoles Dios: Fructificád y multiplicád, y henchíd la tierra, y sojuzgádla, y señoreád en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias, que se mueven sobre la tierra.

    29. Y dijo Dios: He aquí, os he dado toda yerba que hace simiente, que está sobre la haz de toda la tierra: y todo árbol en que hay fruto de árbol que haga simiente, seros ha para comer.

    30. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay ánima viviente; toda verdura de yerba será para comer. Y fué así.

    31. Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera: y fué la tarde y la mañana el día sexto.