Salmos 55 - Reina Valera 1862Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.1. Al Vencedor en Neginot. Masquil: de David. ESCUCHA, o! Dios, mi oración; y no te escondas de mi suplicación. 2. Estáme atento, y respóndeme; que doy voces hablando, y estoy desasosegado, 3. Por la voz del enemigo, por el aprieto del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado. 4. Mi corazón está doloroso dentro de mí: y terrores de muerte han caido sobre mí. 5. Temor y temblor vino sobre mí; y terror me ha cubierto. 6. Y dije: ¿Quién me diese alas como de paloma? volaría, y descansaría. 7. Ciertamente huiría léjos: moraría en el desierto. Selah. 8. Apresuraríame a escapar del viento tempestuoso, de la tempestad. 9. Deshace, o! Señor, divide la lengua de ellos: porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. 10. día y noche la cercaron sobre sus muros: e iniquidad y trabajo hay en medio de ella. 11. Agravios hay en medio de ella; y nunca se aparta de sus plazas fraude y engaño. 12. Porque no me afrentó enemigo, que entónces suportáralo: ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, que entónces escondiérame de él. 13. Mas tú, hombre según mi estimación, mi señor, y mi familiar. 14. Porque juntos comunicábamos suavemente los secretos: en la casa de Dios andábamos en compañía. 15. Condenados sean a muerte, desciendan al infierno vivos: porque hay maldades en su compañía, entre ellos. 16. Yo a Dios clamaré; y Jehová me salvará. 17. Tarde, y mañana, y a mediodía hablo y estóy gimiendo: y él oirá mi voz. 18. Redimió en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí. 19. Dios oirá, y los quebrantará, y el que permanece desde la antigüedad. Selah. Por cuanto no se mudan, ni temen a Dios. 20. Extendió sus manos contra sus pacíficos: violó su pacto. 21. Ablandan más que manteca las palabras de su boca, mas guerra en su corazón: enternecen sus palabras más que el aceite, mas ellas son espadas. 22. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará: no dará para siempre resbalo al justo. 23. Y tú, o! Dios, les harás descender al pozo de la sepultura; los varones de sangre, y engañadores no llegarán a la mitad de sus dias: mas yo confiaré en tí. |