Salmos 71 - Reina Valera 1862Oración de un anciano1. EN tí, Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre. 2. Escápame, y líbrame en tu justicia: inclina a mí tu oido, y sálvame. 3. Séme por peña de fortaleza donde venga continuamente: mandado has que yo sea salvo, porque tú eres mi roca y mi castillo. 4. Dios mío, escápame de la mano del impío, de la mano del perverso y falsario. 5. Porque tú eres mi esperanza, Señor Jehová: seguridad mía desde mi mocedad. 6. Por tí he sido sustentado desde el vientre: de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacaste: de tí ha sido siempre mi alabanza. 7. Como prodigio he sido a muchos; y tú mi refugio fuerte. 8. Sea llena mi boca de tu alabanza, todo el día de tu gloria. 9. No me deseches en el tiempo de la vejez: cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10. Porque mis enemigos han dicho de mí; y los que asechan mi vida, consultaron juntamente, 11. Diciendo: Dios le ha dejado: perseguíd, y tomádle, porque no hay quien le libre. 12. O! Dios, no te alejes de mí: Dios mío, apresúrate para ayudarme. 13. Sean avergonzados, perezcan, los adversarios de mi alma: sean cubiertos de vergüenza y de confusión, los que buscan mi mal. 14. Y yo siempre esperaré: y añadiré sobre toda tu alabanza. 15. Mi boca recontará tu justicia: todo el día tu salud, aunque no sé el número. 16. Vendré a las valentías del Señor Jehová: haré memoria de la justicia de tí solo. 17. O! Dios, enseñásteme desde mi mocedad, y hasta ahora: manifestaré tus maravillas. 18. Y aun hasta la vejez y las canas: o! Dios, no me desampares: hasta que denuncie tu brazo a la posteridad: tus valentías a todos los que vendrán. 19. Y tu justicia, o! Dios, hasta lo alto: porque has hecho grandes cosas: o! Dios, ¿quién como tú? 20. Que me has hecho ver muchas angustias y males: volverás, y darme has vida: y de los abismos de la tierra volverás a levantarme. 21. Aumentarás mí magnificencia: y volverás a consolarme. 22. Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio: tu verdad, o! Dios mío, cantaré a tí en la arpa, o! Santo de Israel. 23. Mis labios cantarán cuando salmeare a tí: y mi alma, a la cual redimiste. 24. Asimismo mi lengua todo el día hablará de tu justicia: por cuanto fueron avergonzados, por cuanto fueron confusos, los que procuraban mi mal. |