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miércoles, julio 17, 2024
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    1 Samuel 3 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Jehová llama a Samuel

    1. El joven Samuel ministraba al Eterno ante Elí. En aquellos días, la palabra del Señor era rara, no había visión frecuente.

    2. Un día, cuando los ojos de Elí empezaron a oscurecerse y no podía ver, estaba él acostado en su aposento,*

    3. y Samuel se hallaba durmiendo en el Santuario del Eterno, donde estaba el Arca de Dios. Antes que la lámpara de Dios fuera apagada,

    4. el Eterno llamó a Samuel, y él respondió: "Aquí estoy".

    5. Y corrió a Elí y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me has llamado?" Elí le dijo: "Yo no llamé. Vuelve a acostarte". Y él se volvió y se acostó.

    6. El Señor volvió a llamar a Samuel. Y él se levantó, fue a Elí, y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me llamaste? Elí le dijo: "Hijo mío, no te llamé. Vuelve y acuéstate".

    7. Samuel no había conocido aún al Eterno, ni le había sido revelada palabra del Señor.

    8. Por tercera vez, el Eterno llamó a Samuel. Y él se levantó, fue a Elí, y le dijo: "Aquí estoy, ¿para qué me llamaste?" Entonces Elí entendió que el Eterno estaba llamando al joven.

    9. Y le dijo: "Ve y acuéstate. Y si te llaman otra vez, dirás: 'Habla, Señor, que tu siervo oye"'. Así Samuel volvió y se acostó en su lugar.

    10. Y vino el Eterno y llamó como las otras veces: "¡Samuel, Samuel!" Entonces Samuel respondió: "Habla, que tu siervo oye".

    11. Y el Eterno dijo a Samuel: "Voy a ejecutar en Israel tal cosa, que a todo el que la oiga, le zumbarán los oídos.

    12. "Aquel día despertaré contra Elí todo lo que le he dicho acerca de su casa, de principio a fin.*

    13. "Le mostraré que juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él conoce, porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los reprendió.

    14. "Por eso he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de su casa no será expiada jamás, ni con sacrificios, ni con ofrendas".

    15. Y Samuel quedó acostado hasta la mañana. Después abrió las puertas de la casa del Eterno. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.

    16. Pero Elí llamó a Samuel, y le dijo: "Hijo mío, Samuel". Y él respondió: "Aquí estoy".

    17. Y le preguntó: "¿Qué te habló el Eterno? Te ruego que no me lo encubras. Que Dios te trate con rigor, si me encubres palabra de todo lo que habló contigo".

    18. Y Samuel se lo manifestó todo sin encubrirle nada. Entonces él le dijo: "El es el Eterno. Haga lo que bien le parezca".

    19. Y Samuel creció, el Eterno estaba con él, y no dejó caer en tierra ninguna de sus palabras.*

    20. Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era un fiel profeta del Eterno.

    21. Así, el Eterno siguió apareciendo en Silo, porque allí se manifestaba a Samuel mediante su palabra.*