Apocalipsis 5 - Reina Valera 1990 (Adventista)El rollo y el Cordero1. A la derecha del que estaba sentado sobre el trono vi un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2. Vi también a un ángel poderoso que clamaba en alta voz: "¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?" 3. Y ninguno, ni en el cielo, ni en la tierra, ni más allá de la tierra, podía abrir el libro, ni mirarlo. 4. Y yo lloraba mucho, porque no se había hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de mirarlo. 5. Y uno de los ancianos me dijo: "No llores. El León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos".* 6. Entonces, en medio del trono, de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos, vi de pie a un Cordero como si hubiera sido inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra.* 7. Y él vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8. Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa y una copa de oro llena de incienso, que son las oraciones de los santos. 9. Y cantaban un nuevo canto, diciendo: "Digno eres de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste muerto, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza y lengua, pueblo y nación; 10. "y de ellos hiciste un reino y sacerdotes para servir a nuestro Dios, y reinarán sobre la tierra". 11. Y miré,y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. Su número era miles de millares, y diez mil veces diez mil. 12. Y decían a gran voz: "El Cordero que fue muerto es digno de recibir poder y riquezas, sabiduría y fortaleza, honra, gloria y alabanza". 13. Y a todos los que estaban en el cielo, en la tierra, en el mar y debajo de la tierra, y a todas las cosas que hay en ellos, les oí cantar: "Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos". 14. Y los cuatro seres vivientes dijeron: "¡Amén!" Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron.* |