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miércoles, julio 17, 2024
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    Cantares 6 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Mutuo encanto del esposo y de la esposa

    1. El coro vuelve a preguntar: ¿A dónde se ha ido tu amado, oh, la más bella de las mujeres? ¿A dónde se apartó tu amado, y lo buscaremos contigo?

    2. Responde la esposa: Mi amado descendió a su huerto, a los canteros de las balsameras, para apacentar en los huertos, y juntar los lirios.

    3. Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; él apacienta entre los lirios.

    4. El esposo elogia a su amada: ¡Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa! Deseable como Jerusalén, imponente como ejércitos en orden.

    5. Aparta tus ojos de mí, porque tus ojos me vencieron. Tu cabello es como manada de cabras, que se recuestan en las laderas de Galaad.

    6. Tus dientes, como manada de ovejas, que suben del lavadero, todas con crías gemelas, no hay estéril entre ellas.

    7. Como cachos de granada son tus mejillas, detrás de tu velo.

    8. Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas, y las doncellas sin número.

    9. Pero única es la paloma mía, la perfecta mía. Única de su madre, preferida de quien la engendró. Al verla, las doncellas la llamaron dichosa, las reinas y las concubinas la alabaron.

    10. El coro la admira: ¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejércitos en orden?

    11. La esposa renueva su canto: Al huerto de los nogales descendí, a ver los frutos del valle, a ver si brotaban las vides, si florecían los granados.

    12. Antes de darme cuenta, me vi en la carroza con mi príncipe.

    13. El coro la llama: ¡Vuélvete, vuélvete, que queremos verte! Ella pregunta: ¿Qué veréis en la sulamita? El coro responde: Algo así como la reunión de dos campamentos.