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miércoles, julio 17, 2024
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    Efesios 5 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Andad como hijos de luz

    1. Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados,

    2. y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en fragante aroma.*

    3. Pero fornicación y toda impureza o codicia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos,*

    4. ni palabras indecentes, ni necedades, ni chistes torpes, que no convienen; sino acciones de gracias.*

    5. Porque sabed bien que ningún fornicario, impuro o avaro —que es idólatra—, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

    6. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los desobedientes.*

    7. Por tanto, no participéis con ellos.

    8. En otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor. Andad como hijos de luz.*

    9. Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.*

    10. Buscad lo que agrada al Señor.

    11. No participéis de las obras infructuosas de las tinieblas, antes denunciadlas.

    12. Porque es vergonzoso hablar siquiera de lo que ellos hacen en oculto.*

    13. Todas las cosas se manifiestan cuando son denunciadas por la luz. Porque la luz es lo que manifiesta todo.

    14. Por eso se dice: "Despierta, tú que duermes, levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo".

    15. Entonces mirad con cuidado cómo andáis, no como necios, sino como sabios.

    16. Aprovechad bien el tiempo, porque los días son malos.*

    17. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor.

    18. Y no os embriaguéis con vino, que conduce al desenfreno. Antes sed llenos del Espíritu.*

    19. Hablad entre vosotros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor con todo el corazón.

    20. Siempre dad gracias por todo al Dios y Padre, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.*

    Someteos los unos a los otros

    21. Sed sumisos unos a otros por reverencia hacia Cristo.

    22. Casadas, estad sujetas a vuestros esposos, como al Señor,*

    23. porque el esposo es la cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia y Salvador del cuerpo.*

    24. Así, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus esposos en todo.

    25. Esposos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella,*

    26. para santificarla y limpiarla en el lavado del agua, por la Palabra,*

    27. para presentarla para sí, una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga, ni cosa semejante; antes, que sea santa e inmaculada.

    28. De ese modo el esposo debe amar a su esposa como a su mismo cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo.

    29. Porque nadie odió jamás a su propia carne, antes la nutre y la cuida, como también Cristo a la iglesia.

    30. Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.*

    31. Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos vendrán a ser una sola carne.*

    32. Este misterio es grande. Pero yo digo esto acerca de Cristo y la iglesia.

    33. No obstante, cada uno de vosotros, ame también a su esposa como a sí mismo. Y la mujer respete a su esposo.*