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miércoles, julio 17, 2024
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    Hebreos 4 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    1. Siendo que la promesa de entrar en su reposo, permanece aún, cuidad que ninguno de vosotros parezca rezagado.

    2. Porque también a vosotros, como a ellos, se nos anunció el evangelio. Pero la Palabra que oyeron no les aprovechó, porque no se unieron por la fe a los que oyeron.

    3. Porque los que hemos creído entramos en el reposo, según dijo: "Juré en mi enojo, no entrarán en mi reposo", aunque sus obras estaban acabadas desde la creación del mundo.*

    4. Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: "Dios reposó de todas sus obras en el séptimo día".*

    5. Y otra vez dice: "No entrarán en mi reposo".*

    6. Siendo que falta que algunos entren en ese reposo, ya que los primeros en oír el evangelio no entraron por su desobediencia,

    7. Dios vuelve a fijar cierto día, y lo llama: "Hoy". Y como queda dicho, mucho después declara por medio de David: "Si hoy oís su voz, no endurezcáis vuestro corazón".*

    8. Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día.

    9. Por tanto, queda un reposo sabático para el pueblo de Dios.

    10. Porque el que ha entrado en su reposo, también descansa de sus obras, como Dios de las suyas.*

    11. Procuremos, pues, entrar en ese reposo. Que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia.

    12. Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.*

    13. Nada creado está oculto de la vista de Dios. Todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

    Jesús el gran sumo sacerdote

    14. Por tanto, siendo que tenemos un gran Sumo Sacerdote, que entró en el cielo, a Jesús, el Hijo de Dios, retengamos la fe que profesamos.

    15. Porque no tenemos un Sumo Sacerdote incapaz de simpatizar con nuestras debilidades; sino al contrario, fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

    16. Acerquémonos, pues, con segura confianza al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.