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miércoles, julio 17, 2024
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    Jonás 1 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Jonás huye de Jehová

    1. Vino Palabra del Eterno a Jonás hijo de Amitai, que le dijo:*

    2. "Levántate, ve a Nínive, a esa gran ciudad, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido ante mí".*

    3. Pero Jonás se levantó para huir a Tarsis, de la presencia del Señor. Descendió a Jope, y halló una nave que salía para Tarsis. Pagó su pasaje, y entró en ella para irse a Tarsis, lejos de la presencia del Eterno.

    4. Pero el Señor levantó un gran viento en el mar, y hubo una tempestad tan grande, que pareció que la nave se iba a romper.

    5. Los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios. Y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla. Sin embargo, Jonás había bajado al interior de la nave; se había acostado, y dormía profundamente.*

    6. El patrón de la nave se le acercó, y le dijo: "¿Qué haces aquí, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios. Quizá tenga compasión de nosotros, y no pereceremos".

    7. Los marineros dijeron cada uno a su compañero: "Echemos suerte, para saber por quién ha venido este mal". Echaron suerte, y la suerte cayó sobre Jonás.

    8. Entonces le dijeron: "Decláranos por qué nos ha venido este mal. ¿Qué oficio tienes, y de dónde vienes? ¿Cuál es tu tierra, de qué pueblo eres?"*

    9. Y él respondió: "Soy hebreo, y venero al Eterno, Dios de los cielos, que hizo la tierra y el mar".

    10. Y aquellos hombres temieron sobremanera, y le dijeron: "¿Por qué has hecho eso?" Porque entendieron que huía del Eterno, porque él se lo había declarado.

    11. Entonces le preguntaron: "¿Qué haremos, para que el mar se calme?" Porque el mar se embravecía cada vez más.

    12. El respondió: "Tomadme, y echadme al mar, y el mar se calmará; porque yo sé que por mí ha venido esta gran tempestad sobre vosotros".

    13. Con todo, aquellos hombres trabajaron por volver la nave a tierra, y no pudieron, porque el mar se embravecía más en torno de ellos.

    14. Entonces clamaron al Eterno, y dijeron: "Oh Señor, te rogamos que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, oh Eterno, has obrado como has querido".

    15. Entonces tomaron a Jonás, y lo echaron al mar, y la furia del mar se calmó.

    16. Y aquellos hombres temieron al Eterno con gran reverencia, y le ofrecieron sacrificio y le prometieron votos.

    17. Entre tanto, el Eterno había dispuesto un gran pez que tragó a Jonás. Y Jonás estuvo en el vientre del pez durante tres días y tres noches.*