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miércoles, julio 17, 2024
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    Jueces 16 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Sansón en Gaza

    1. Un día Sansón fue a Gaza, y vio allí a una ramera, y llegó a ella.

    2. Y dijeron a los de Gaza: "Sansón ha venido acá". Así cercaron la casa, y pusieron espías toda aquella noche a la puerta de la ciudad. Esperaron callados toda aquella noche, diciendo: "Hasta la luz de la mañana, entonces lo mataremos".

    3. Pero Sansón durmió hasta la medianoche. Entonces se levantó, arrancó las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro, y subió con ellas a la cumbre del monte que está delante Hebrón.

    Sansón y Dalila

    4. Después de esto Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec, llamada Dalila.

    5. Y vinieron a ella los príncipes filisteos, y le dijeron: "Sedúcelo y ve en qué consiste su gran fuerza, y cómo lo podríamos vencer, para que lo atemos y lo dominemos. Y cada uno de nosotros te dará 1.100 siclos de plata (13 kgs)".

    6. Dalila dijo a Sansón: "Te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrías ser atado y dominado".

    7. Sansón respondió: "Sí me atan con siete cuerdas frescas de mimbre, que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier hombre".

    8. Los príncipes filisteos le trajeron siete cuerdas frescas de mimbre, que no se habían secado aún, y ella lo ató con ellas.

    9. Y había en el aposento hombres en acecho. Entonces ella le dijo: "¡Sansón! ¡Los filisteos sobre ti!" Pero él rompió los mimbres como se rompo una cuerda de estopa cuando siente el fuego. Y no se supo el secreto de su fuerza.

    10. Entonces Dalila dijo a Sansón: "Me, has engañado. Me has dicho mentiras. Descúbreme, pues, cómo puedes ser atado".

    11. El le dijo: "Si me atan fuertemente con cuerdas nuevas, que no se hayan usado. me debilitaré y seré como cualquier hombre".

    12. Dalila tomó cuerdas nuevas y lo ató con ellas. Y le dijo: "¡Sansón! ¡Los filisteos sobre ti!" Los espías estaban en el aposento. Pero él las rompió de sus brazos como un hilo.

    13. Y Dalila dijo a Sansón: "Hasta ahora te has burlado de mí, y me tratas con mentiras. Descúbreme cómo podrás ser atado". Entonces él le dijo: "Si tejes siete mechones de mi cabeza con la tela, y los clavas con la clavija del telar, me debilitaré y seré como cualquier hombre".

    14. Entonces, mientras él dormía, ella tejió siete mechones de su cabello. Los aseguró con la estaca, y le dijo: "¡Sansón!¡ Los filisteos sobre ti!" El despertó de su sueño, y arrancó la estaca del telar con la tela.

    15. Entonces ella le dijo: "¿Cómo me dices que me amas, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza".

    16. Y como ella lo presionaba cada día con sus palabras y lo importunaba, fue reducido a mortal angustia.

    17. Y le descubrió todo su corazón. Le dijo: "Nunca llegó navaja a mi cabeza, porque soy nazareo de Dios desde antes de nacer. Si me raparan, mi fuerza se apartaría de mí, me debilitaría y sería como cualquier hombre".

    18. Cuando Dalila vio que le había descubierto todo su corazón, envió a decir a los príncipes filisteos: "Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón". Y los príncipes filisteos vinieron con el dinero en su mano.

    19. Ella lo hizo dormir sobre sus rodillas, y llamando a un hombre, le cortó siete mechones de su cabeza. Entonces empezó a debilitarse, y su fuerza se apartó de él.

    20. Y ella le dijo: "¡Sansón! ¡Los filisteos sobre ti!" Cuando él despertó del sueño, se dijo: "Esta vez saldré como las otras, y escaparé". Y no sabía que el Eterno se había apartado de él.

    21. Los filisteos echaron mano de él, le sacaron los ojos y lo llevaron a Gaza. Allí lo ataron con cadenas de bronce, para que Moliese en la cárcel.

    22. Después que fue rapado, el cabello de su cabeza empezó a crecer.

    Muerte de Sansón

    23. Entonces los príncipes filisteos se juntaron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón su dios y alegrarse. Decían: "Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo".

    24. Al verlo, el pueblo también alabó a su dios, diciendo: "Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, el destructor de nuestra tierra, que había dado muerte a muchos de nosotros".

    25. Y en la alegría de su corazón, dijeron: "Llamad a Sansón, para que nos divierta". Trajeron a Sansón de la cárcel, y les servía de juguete. Luego lo pusieron entre las columnas.

    26. Entonces Sansón dijo al joven que lo guiaba de la mano: "Acércame y hazme palpar las columnas que sostienen la casa, para que me apoye en ellas".

    27. La casa estaba llena de hombres y mujeres, y todos los príncipes estaban allí. En el piso alto había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Sansón.

    28. Entonces Sansón clamó al Eterno: "Señor, oh Eterno. acuérdate de mí, te ruego; y dame fuerzas sólo esta vez, oh Dios; para que de una vez me vengue de los filisteos por mis dos ojos".

    29. Luego Sansón asió las dos columnas del medio que sustentaban la casa. Se apoyó en ellas, en una con la mano derecha, y en la otra con la mano izquierda.

    30. Y dijo Sansón: "Muera yo con los filisteos". Entonces empujó con toda su fuerza, y la casa cayó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que mató al morir, que los que había matado en su vida.

    31. Y descendieron sus hermanos y la casa de su padre, y lo llevaron y sepultaron entre Zora y Estaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Sansón había juzgado a Israel durante veinte años.