Marcos 8 - Reina Valera 1990 (Adventista)Alimentación de los cuatro mil1. En aquellos días, se juntó una gran multitud, y no tenían qué comer. Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: 2. "Tengo compasión de la multitud, porque hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer. 3. "Si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán por el camino, porque algunos han venido de lejos". 4. Sus discípulos respondieron: "¿De dónde podrá alguien saciar de pan a tanta gente, aquí en este despoblado?" 5. Les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos respondieron: "Siete". 6. Entonces mandó a la multitud que se recostase en tierra. Y tomando los siete panes, dio gracias, partió, y fue dando a sus discípulos para que los repartieran. Y ellos hicieron así. 7. Tenían también unos pocos pescaditos. Los bendijo, y mandó que también los repartieran. 8. Y comieron hasta saciarse, y levantaron siete cestas de pedazos sobrantes. 9. Los que comieron eran como cuatro mil hombres. Y los despidió. 10. En seguida entró en la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta. Los fariseos piden señal* La demanda de una señal11. Entonces vinieron los fariseos y empezaron a discutir con él, y a pedirle una señal del cielo, para ponerlo a prueba. 12. Suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide señal? Os aseguro que no se dará señal a esta generación". 13. Y dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la otra orilla. La levadura de los fariseos* La levadura de los fariseos14. Los discípulos habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. 15. Jesús les advirtió: "Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de Herodes". 16. Y discutían entre sí diciendo: "Es porque no trajimos pan". 17. Al darse cuenta, les dijo: "¿Por qué estáis hablando que no tenéis pan? ¿No veis ni entendéis? ¿Aún tenéis la mente embotada? 18. "¿Tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís? ¿Y no recordáis? 19. "Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos juntasteis?" Respondieron: "Doce". 20. "Y cuando partí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas cestas llenas de pedazos juntasteis?" Respondieron: "Siete". 21. Y les dijo: "¿Cómo aún no entendéis?" Un ciego sanado en Betsaida22. Entonces fueron a Betsaida. Allí trajeron un ciego a Jesús y le rogaron que lo tocase. 23. Entonces, tomó la mano del ciego, y lo sacó fuera de la aldea. Puso saliva en sus ojos, colocó las manos encima, y le preguntó si veía algo. 24. El, mirando dijo: "Veo hombres que parecen árboles que andan". 25. Puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le dijo que mirase. Y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos. 26. Entonces lo envió a su casa, diciéndole: "Ni siquiera entres en la aldea". Tú eres el Cristo* La confesión de Pedro27. Jesús y sus discípulos salieron por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos: "¿Quién dicen los hombres que soy yo?" 28. Ellos respondieron: "Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas". 29. Entonces volvió a preguntar: "Y vosotros, ¿quién decís que soy?" Pedro respondió: "Tú eres el Cristo". 30. Y les mandó que no dijeran eso a nadie. Primer anuncio de la pasión* Jesús anuncia su muerte31. Entonces empezó a enseñarles que el Hijo del Hombre tenía que padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas. Que lo iban a matar, pero que después de tres días resucitaría. 32. Les dijo esto claramente. Entonces Pedro lo tomó aparte y empezó a reprenderlo. 33. Pero él se volvió, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro, diciendo: "¡Apártate de mí, Satanás! Porque no piensas como piensa Dios, sino como piensan los hombres". Toma tu cruz, y sígueme* 34. Luego Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame. 35. "Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. 36. "¿Qué aprovecha al hombre si gana todo el mundo, y pierde su vida? 37. "O, ¿qué puede dar el hombre por su vida? 38. "El que se avergüence de mí y de mis Palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles".* |