32.5 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Mateo 26 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    El complot para prender a Jesús

    1. Cuando Jesús acabó todas estas palabras, dijo a sus discípulos:

    2. "Como sabéis, dentro de dos días es la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado".

    3. Entonces los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote, llamado Caifás.

    4. Y tuvieron consejo para prender por engaño a Jesús, y matarlo.

    5. Pero dijeron: "No lo prendamos durante la fiesta, para que no se alborote el pueblo". María unge a Jesús*

    Jesús es ungido en Betania

    6. Cuando Jesús estaba en Betania, en casa de Simón el leproso,

    7. vino una mujer con un frasco de alabastro con un perfume de mucho precio, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús, cuando él estaba a la mesa.

    8. Al ver esto, sus discípulos se enojaron, y dijeron: "¿Para qué este desperdicio?

    9. "Esto se podía haber vendido a buen precio para ayudar a los pobres".

    10. Jesús se dio cuenta, y les dijo: "¿Por qué molestáis a esta mujer? Pues ha hecho buena obra conmigo.

    11. "Porque a los pobres los tendréis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

    12. "Al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura.*

    13. "Os aseguro que dondequiera que se predique este evangelio en todo el mundo, se contará esto para su memoria". Judas ofrece entregar a Jesús*

    Judas ofrece entregar a Jesús

    14. Entonces uno de los doce, Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,

    15. y les dijo: "¿Qué me queréis dar, si os lo entrego?" Y ellos le asignaron treinta monedas de plata.*

    16. Desde entonces buscaba una ocasión para entregarlo. Jesús celebra la Pascua*

    Institución de la Cena del Señor

    17. En el primer día de la fiesta del pan sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, y le dijeron: "¿Dónde quieres que preparemos para que comas la Pascua?"

    18. El dijo: "Id a la ciudad, a cierto hombre, y decidle: 'El Maestro dice: Mi tiempo está cerca. En tu casa celebraré la Pascua con mis discípulos"'.*

    19. Los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la Pascua.

    20. Al atardecer, Jesús se sentó a la mesa con los doce.

    21. Y mientras comían, les dijo: "Os aseguro que uno de vosotros me ha de entregar".

    22. Ellos se entristecieron en gran manera, y uno por uno empezaron a preguntarle: "Soy yo, Señor?"

    23. Entonces él respondió: "El que ha mojado el pan conmigo en el plato, ése me va a entregar.

    24. "Como está escrito, el Hijo del Hombre se va, pero, ¡ay de aquel que entrega al Hijo del Hombre! A ése mejor le valdría no haber nacido".*

    25. Entonces Judas, que lo iba a entregar, preguntó: "¿Soy yo, Maestro?" Jesús respondió: "Sí. Eres tú".*

    26. Y mientras comían, Jesús tomó el pan, lo bendijo, y lo partió. Dio a sus discípulos, y dijo: "Tomad, comed. Esto es mi cuerpo".

    27. Luego tomó la copa, dio gracias, y la pasó, diciendo: "Bebed de ella todos.

    28. "Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que va a ser vertida en favor de muchos, para el perdón de los pecados.

    29. "Y os digo, que no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando he de beber vino nuevo con vosotros, en el reino de mi Padre".

    Jesús anuncia la negación de Pedro

    30. Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos.*

    31. Entonces Jesús les dice: "Todos vosotros os escandalizaréis de mí en esta noche. Porque escrito está: 'Heriré al Pastor, y las ovejas del rebaño se dispersarán'.*

    32. "Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea".

    33. Pedro respondió: "Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré".

    34. Jesús le dijo: "Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces".

    35. Pedro declaró: "Aunque tenga que morir contigo, no te negaré". Y todos los discípulos dijeron lo mismo.*

    Jesús ora en Getsemaní

    36. Entonces Jesús llegó con ellos al lugar que se llama Getsemaní, y les dijo: "Sentaos aquí, mientras voy allí a orar".

    37. Llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y empezó a entristecerse y angustiarse en gran manera.

    38. Entonces Jesús les dijo: "Estoy abrumado de tristeza, hasta el punto de morir. Quedaos aquí, y velad conmigo".

    39. Se adelantó un poco, cayó con su rostro en tierra, y oró: "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa. Sin embargo, no sea como yo quiero, sino como quieras tú".*

    40. Entonces volvió a sus discípulos, y los halló durmiendo. Y dijo a Pedro: "¿No habéis podido velar conmigo ni una hora?

    41. "Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu a la verdad está pronto, pero la carne es débil".

    42. Por segunda vez se apartó, y oró diciendo: "Padre mío, si esta copa no puede pasar de mí sin que yo la beba, hágase tu voluntad".

    43. Volvió, y otra vez los halló dormidos, porque sus ojos estaban cargados de sueño.

    44. Dejándolos se apartó de nuevo, y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.

    45. Entonces vino a sus discípulos, y les dijo: "¿Todavía estáis durmiendo y descansando? Ha llegado la hora. El Hijo del Hombre va a ser entregado en mano de pecadores.

    46. "Levantaos, vamos. Aquí llega el que me va a entregar". Prenden a Jesús*

    Arresto de Jesús

    47. Cuando Jesús aún hablaba, llegó Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.

    48. El traidor les había dado señal, diciendo: "Al que yo bese, ése es. Prendedlo".

    49. En seguida, se acercó a Jesús, y le dijo: "¡Salve, Maestro!" Y lo besó.

    50. Y Jesús le dijo: "Amigo, ¿a qué vienes?" Entonces se acercaron, echaron mano de Jesús, y lo prendieron.

    51. Pero uno de los que estaban con Jesús, extendió su mano y sacó su espada, hirió al siervo del pontífice, y le quitó la oreja.

    52. Entonces Jesús le dijo: "Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.

    53. "¿Acaso no puedo orar a mi Padre, y en el acto me daría más de doce legiones de ángeles?"

    54. "Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras, de que así tiene que suceder?"

    55. En ese momento Jesús dijo a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos a prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis.

    56. "Pero todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas". Entonces todos los discípulos lo dejaron y huyeron. Jesús ante el Sanedrín

    Jesús ante el concilio

    57. Los que prendieron a Jesús, lo llevaron al sumo sacerdote Caifás, donde los escribas y los ancianos estaban reunidos.

    58. Y Pedro lo siguió de lejos hasta el patio del sumo sacerdote. Entró allí, y se sentó con los criados para ver el fin.

    59. Los principales sacerdotes y todo el consejo, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarlo a la muerte.

    60. Y no lo hallaban, aunque se presentaron muchos testigos falsos. Al fin vinieron dos

    61. que declararon: "Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y reedificarlo en tres días".

    62. Se levantó el sumo sacerdote, y le preguntó: "¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?"

    63. Pero Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: "¡Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres el Cristo, el Hijo de Dios!"*

    64. Jesús respondió: "Sí. Tú lo has dicho. Además, os digo que en el futuro veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Todopoderoso, y que viene en las nubes del cielo".

    65. Entonces el sumo sacerdote rasgó su vestido, y dijo: "¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? Habéis oído su blasfemia.

    66. "¿Qué os parece?" Ellos respondieron: "Es culpable de muerte".*

    67. Entonces le escupieron en el rostro, lo abofetearon y lo golpearon.

    68. Le decían: "Adivina tú, Cristo, ¿quién te golpeó?"

    Pedro niega a Jesús

    69. Pedro estaba sentado fuera en el patio. Y se le acercó una criada, y le dijo: "Tú también estabas con Jesús el galileo".

    70. Pero él negó ante todos, diciendo: "No sé lo que dices".

    71. Al salir él a la puerta, otra criada lo vio, y dijo a los que estaban allí: "Este también estaba con Jesús nazareno".

    72. De nuevo él negó, esta vez con juramento: "No conozco al hombre".

    73. Un poco después llegaron los que estaban por allí, y dijeron a Pedro: "En verdad tú también eres de ellos, porque tu habla te delata".

    74. Entonces Pedro empezó a maldecir, y a jurar: "No conozco al hombre". Y en seguida el gallo cantó.

    75. Y Pedro se acordó de las palabras de Jesús: "Antes que el gallo cante, me negarás tres veces". Y salió afuera, y lloró amargamente.