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    Números 22 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Balac manda llamar a Balaam

    1. Los israelitas partieron y habitaron en los llanos de Moab, de esta parte del Jordán, frente a Jericó.

    2. Balac hijo de Zipor supo lo que Israel había hecho al amorreo.

    3. Y Moab temió mucho a los israelitas que eran Númerosos. Y Moab se angustió.

    4. Dijo Moab a los ancianos de Madián: "Ahora esta gente lamerá todos nuestros contornos, como el buey lame la grama del campo". Balac hijo de Zipor era entonces rey de Moab.

    5. Por tanto, envió mensajeros a Balaam hijo de Beor, a Petor, que está junto al Eufrates, su tierra natal, para que lo llamasen. Balac le dijo: "Un pueblo ha salido de Egipto, y cubre la tierra, y habita delante de mí.

    6. "Ven, te ruego, a maldecir a ese pueblo, porque es más fuerte que yo. Quizá yo pueda herirlo y echarlo del país. Yo sé que a quien tú bendigas, será bendito; y a quien maldigas, será maldito".

    7. Y los ancianos de Moab y de Madián, fueron con las dádivas de la adivinación en la mano. Llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.

    8. Y él les dijo: "Reposad aquí esta noche, y os diré lo que el Eterno me hable".

    9. Y vino Dios a Balaam, y le dijo: "¿Qué varones son éstos que están contigo?"

    10. Balaam respondió a Dios: "Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme:

    11. "Ha salido de Egipto un pueblo que cubre la tierra. Ven a maldecirlo. Quizá podré pelear con él, y echarlo".

    12. Entonces dijo Dios a Balaam: "No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque es bendito".

    13. Así, Balaam se levantó por la mañana, y dijo a los príncipes de Balac: "Volved a vuestra tierra, porque el Eterno no me quiere dejar ir con vosotros".

    14. Y los príncipes de Moab se levantaron, volvieron a Balac y le dijeron: "Balaam no quiso venir con nosotros".

    15. Pero Balac volvió a enviar más príncipes, y más honorables que los anteriores.

    16. Estos llegaron a Balaam, y le dijeron: "Así dice Balac: Te ruego que no rehúses venir a mí;

    17. "porque te honraré mucho, y haré todo lo que me digas. Ven, pues, a maldecir a este pueblo".

    18. Balaam respondió a los siervos de Balac: "Aunque Balac me diese su casa llena de plata y oro, no puedo traspasar la palabra del Eterno mi Dios, para hacer cosa chica ni grande.

    19. "Os ruego, por tanto, que reposéis aquí esta noche, para que yo sepa qué me vuelve a decir el Eterno".

    20. Y Dios vino a Balaam de noche, y le dijo: "Siendo que estos hombres han venido a llamarte, levántate y ve con ellos. Pero harás sólo lo que yo te diga".

    El ángel y el asna de Balaam

    21. Así Balaam se levantó por la mañana, enalbardó su asna, y fue con los príncipes de Moab.

    22. Pero el furor de Dios se encendió porque él iba, y el Ángel del Eterno se puso en el camino por adversario suyo. Él iba montado sobre su asna, y con él dos de sus criados.

    23. El asna vio al Ángel del Eterno en el camino, con la espada desnuda en su mano, y se apartó del camino, e iba por el campo. Entonces Balaam azotó al asna para que volviera al camino.

    24. Pero el Ángel del Eterno se puso en una senda de viñas que tenía pared de un lado y del otro.

    25. Al ver al Ángel del Eterno, el asna se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam. Y él volvió a herirla.

    26. El Ángel del Eterno pasó más allá y se puso en una angostura, donde no había camino para apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.

    27. Cuando el asna vio al Ángel del Eterno, se echó debajo de Balaam. Y Balaam se enojó y azotó al asna con el palo.

    28. Entonces el Eterno abrió la boca del asna, que dijo a Balaam: "¿Qué te hice que me has azotado tres veces?"

    29. Balaam respondió al asna: "Te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría!"

    30. El asna dijo a Balaam: "¿No soy tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que me tienes. ¿He acostumbrado a hacerlo así contigo? "Él respondió: "No".

    31. Entonces el Eterno abrió los ojos de Balaam, y vio al Ángel del Eterno que estaba en el camino, con la espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro.

    32. El Ángel del Señor le dijo: "¿Por qué has herido tres veces a tu asna? Yo he salido a resistirte, porque tu camino es perverso ante mí.

    33. "El asna me vio y se apartó tres veces de mí. Si no se hubiera desviado, yo te hubiera matado a ti, y a ella hubiera dejado con vida".

    34. Entonces Balaam dijo al Ángel del Eterno: "He pecado. No sabía que tú te ponías delante de mí en el camino. Pero ahora, si te parece mal, me volveré".

    35. El Ángel del Eterno dijo a Balaam: "Ve con esos hombres. Pero la palabra que yo te diga, ésa hablarás". Así Balaam fue con los príncipes de Balac.

    36. Cuando Balac oyó que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que es el extremo de su territorio.

    37. Y Balac dijo a Balaam: "¿No envié a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte?"

    38. Balaam respondió a Balac: "Aquí he venido. Pero, ¿podré hablar alguna cosa? La palabra que Dios ponga en mi boca, ésa hablaré".

    39. Y Balaam fue con Balac a la ciudad de Husot.

    40. Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.

    Balaam bendice a Israel

    41. Al día siguiente Balac llevó a Balaam a los altos de Baal, y desde allí vio un extremo del campamento de Israel.