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sábado, agosto 17, 2024
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    Romanos 11 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    El remanente de Israel

    1. Pregunto: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, descendiente de Abrahán, de la tribu de Benjamín.

    2. Dios no ha desechado a su pueblo, a quien de antemano conoció. ¿No sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo se queja ante Dios contra Israel?:*

    3. "Señor, han dado muerte a tus profetas, han destruido tus altares, yo solo he quedado, y procuran matarme".*

    4. Y, ¿cuál fue la divina respuesta? "Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla ante Baal".

    5. Así también, en este tiempo ha quedado un remanente elegido por gracia.

    6. Y si es por gracia, ya no es en base a las obras. Si fuera por obras, la gracia ya no sería gracia.

    7. ¿Qué pues? Israel no alcanzó lo que buscaba, sino que los elegidos lo alcanzaron; y los demás fueron endurecidos.

    8. Como está escrito: "Dios les dio espíritu de sopor, ojos que no vean, y oídos que no oigan, hasta el día de hoy".*

    9. Y David dice: "Sea vuelta su mesa en lazo y en red, en tropiezo y merecido pago.

    10. "Sus ojos sean obscurecidos para que no vean, y agóbiales la espalda para siempre".*

    La salvación de los gentiles

    11. Otra vez pregunto: ¿Han tropezado para quedar caídos? ¡De ninguna manera! Pero con su caída vino la salvación a los gentiles, para provocarlos a celo.*

    12. Y si su caída es para riqueza del mundo, y su defección riqueza para los gentiles, ¿cuánta mayor riqueza traerá su plenitud?

    13. Porque a vosotros os digo, gentiles. Como soy apóstol de los gentiles, honro mi ministerio,*

    14. con la esperanza de provocar a celo a los de mi raza, y salvar a algunos de ellos.

    15. Porque si el rechazo de ellos ha sido la reconciliación del mundo, qué será su readmisión, sino vida de entre los muertos?

    16. Y si el primer fruto de la masa es santo, también lo es el todo. Y si la raíz es santa, también lo son las ramas.

    17. Si algunas ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas, y has sido hecho partícipe con ellas de la raíz y de la savia del olivo;

    18. no te jactes contra las ramas. Y si te jactas, sabe que tú no sustentas a la raíz, sino la raíz a ti.*

    19. Dirás: "Las ramas fueron desgajadas para que yo fuese injertado".

    20. Bien, fueron desgajadas por su incredulidad, y tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme,

    21. porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.

    22. Así, considera la bondad y la severidad de Dios. La severidad con los que cayeron; y la bondad contigo, si permaneces en la bondad. De otra manera, tú también serás cortado.*

    23. Y ellos también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para volverlos a injertar.

    24. Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra natura fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

    La restauración de Israel

    25. No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de vosotros mismos. El endurecimiento parcial vino a Israel, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles.

    26. Y así todo Israel será salvo, como está escrito: "Vendrá de Sión el Libertador, que quitará la impiedad de Jacob.*

    27. "Y éste será mi pacto con ellos, cuando quite sus pecados".

    28. Así, en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son muy amados por causa de los padres.

    29. Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables.*

    30. Porque como vosotros también en otro tiempo erais desobedientes a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia por la desobediencia de ellos.

    31. Así, éstos también, han sido desobedientes ahora, para que, por la misericordia concedida a vosotros, ellos también alcancen misericordia.

    32. Porque Dios encerró a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

    33. ¡Oh profundidad de las riquezas, tanto de la sabiduría como del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!*

    34. Porque, ¿quién entendió el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero?

    35. ¿Quién le dio a él primero, para que sea recompensado?*

    36. Porque todas las cosas son de él, por él y para él. ¡A él sea la gloria para siempre! Amén.