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miércoles, julio 17, 2024
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    Romanos 6 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Muertos al pecado

    1. ¿Qué diremos, pues? ¿Perseveraremos en pecado para que abunde la gracia?

    2. ¡De ninguna manera! Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

    3. ¿No sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?*

    4. Porque fuimos sepultados junto con él para muerte por medio del bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en nueva vida.*

    5. Porque así como hemos sido unidos con él en una muerte semejante a la suya, seremos unidos también con él en su resurrección.

    6. Sabiendo que nuestro viejo hombre fue crucificado junto con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no seamos más esclavos del pecado.*

    7. Porque el que ha muerto, queda libre del pecado.

    8. Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.

    9. Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte ya no tiene más dominio sobre él.

    10. La muerte que Cristo murió, fue una muerte al pecado, una vez para siempre. Pero la vida que él vive, la vive para Dios.

    11. Así también vosotros, consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.*

    12. Por consiguiente, no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal, para obedecer a sus malos deseos.

    13. Ni tampoco ofrezcáis más vuestros miembros como armas al servicio del pecado, sino ofreceos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida; y ofreced vuestros miembros a Dios por instrumentos de justicia.

    14. Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.

    Siervos de la justicia

    15. Pues, ¿qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!

    16. ¿No sabéis que al ofrecerás a alguien para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, o del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?

    17. Pero gracias a Dios, que aunque fuisteis esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquel modelo de enseñanza al cual estáis entregados;*

    18. y liberados del pecado, habéis llegado a ser siervos de la justicia.

    19. Hablo en términos humanos, por vuestra natural limitación. Así como solíais ofrecer vuestros miembros a las impurezas y a la iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros para servir a la justicia, que conduce a la santidad.*

    20. Cuando fuisteis esclavos del pecado, estabais libres de la justicia.

    21. ¿Qué fruto cosechabais entonces de las cosas que ahora os avergüenzan? Porque el fin de ellas es la muerte.

    22. Pero ahora, librados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin la vida eterna.

    23. Porque la paga del pecado es la muerte. Pero el don gratuito de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.*