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domingo, agosto 18, 2024
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    Salmos 22 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Un grito de angustia y un canto de alabanza Al músico principal; sobre Ajelet-sahar. Salmo de David.

    1. Salmo de David Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado? ¿Por qué estás lejos de mi salvación y de mi clamor?*

    2. Dios mío, clamo de día, y no respondes; de noche, y no hay para mí descanso.

    3. Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.*

    4. En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste.

    5. Clamaron a ti, y fueron librados. Confiaron en ti, y no quedaron confundidos.*

    6. Pero yo soy gusano y no hombre, oprobio de los hombres,* desprecidado por el pueblo.

    7. Los que me ven, se burlan de mí, estiran los labios, menean la cabeza, y dicen:

    8. "Se encomendó al Eterno; líbrelo él; sálvelo, ya que en él se complacía".

    9. Pero tú eres el que me sacaste del vientre,* el que me haces confiar en ti desde los pechos de mi madre.

    10. A ti fui entregado desde mi nacimiento; desde que nací, tú eres mi Dios.

    11. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca, porque no hay quien ayude.

    12. Me han rodeado muchos toros, fuertes toros de Basán me han cercado.

    13. Abrieron sobre mí su boca, como león rapaz y rugiente.*

    14. He sido derramado como agua, y todos mis huesos se descoyuntaron. Mi corazón fue como cera, se derritió dentro de mí.

    15. Como un tiesto se secó mi vigor, mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte.*

    16. Perros me han rodeado, cuadrilla de malignos me ha cercado; Horadaron mis manos y mis pies.*

    17. Puedo contar todos mis huesos, mientras que me miran y observan.

    18. Partieron mis vestidos entre sí, y sobre mi túnica echaron suerte.*

    19. Pero tú, oh Eterno, no te alejes. Fortaleza mía, apresúrate en mi ayuda.

    20. Libra mi vida de la espada, mi preciosa vida del poder de los perros.

    21. Sálvame de la boca del león, de los cuernos de los búfalos.

    22. Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, en medio de la congregación te alabaré.*

    23. ¡Los que veneráis al Eterno, alabadlo! ¡Glorificadlo, descendientes de Jacob! ¡Reverenciadlo, descendientes de Israel!

    24. Porque no menosprecia ni desdeña la aflicción del afligido, ni de él esconde su rostro, sino que cuando clama a él, lo escucha.

    25. De ti viene mi alabanza en la gran congregación. Mis votos pagaré ante los que te respetan.

    26. Comerán los humildes y serán saciados.* Alabarán al Señor los que lo buscan. Vivirá vuestro corazón para siempre.

    27. Se acordarán y volverán al Eterno todos los fines de la tierra, y todas las familias de las naciones se postrarán ante ti.*

    28. Porque del Eterno es el reino, y él regirá a las naciones.

    29. Comerán y adorarán todos los ricos de la tierra. Se arrodillarán ante él todos los que descienden al polvo, puesto que nadie puede conservarse vivo.

    30. Mis descendientes adorarán al Eterno, y hablarán de él toda la vida.

    31. Vendrán y anunciarán su justicia a un pueblo que aún no nació, contarán lo que él ejecutó.