29.8 C
Miami
lunes, agosto 19, 2024
Más


    Salmos 38 - Reina Valera 1990 (Adventista)

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Salmo de David Oh Eterno, no me reprendas en tu enojo, ni me castigues en tu ira.

    2. Porque tus saetas se han clavado en mí, y sobre mí está pesando tu mano.

    3. Nada sano hay en mi carne, a causa de tu ira; ni hay salud en mis huesos, a causa de mi pecado.

    4. Mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza, como carga pesada gravitan sobre mí.

    5. Mis llagas hieden y supuran, a causa de mi locura.*

    6. Estoy encorvado, humillado en gran manera. Ando enlutado todo el día.

    7. Mis lomos están ardiendo de fiebre, y nada sano hay en mi carne.

    8. Estoy debilitado y molido en gran manera. Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.

    9. Señor, ante ti están todos mis deseos, mi suspiro no te es oculto.

    10. mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, y hasta la luz de mis ojos me falta.

    11. Mis amigos y mis compañeros me evitan por causa de mi plaga, mis cercanos se han alejado.

    12. Los que buscan mi vida arman lazos, los que procuran mi mal hablan iniquidades, meditan engaños todo el día.

    13. Pero yo, como si fuera sordo, no oigo. Soy como el mudo que no abre su boca.

    14. Soy como el que no oye, y en su boca no hay respuesta.

    15. Porque en ti, Señor, espero; tú responderás, oh Eterno, Dios mío.

    16. Porque dije: "No se alegren de mí, cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí".

    17. En verdad, estoy a punto de caer, y mi dolor está siempre en mí.

    18. Por tanto, confieso mi maldad, y me entristece mi pecado.

    19. Mis enemigos están activos y poderosos, y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.

    20. Los que pagan mal por bien me son contrarios, porque yo sigo lo bueno.

    21. No me desampares, oh Eterno; Dios mío, no te alejes de mí.

    22. Apresúrate a ayudarme, oh Señor, mi Salvador.