Aldo Naouri, pediatra de renombre internacional, declara: «Hoy en día la ideología reinante… aconseja que no se debe rehusar nada a un niño. A mi entender es una grave desviación de nuestras sociedades. Entre otros efectos tiene el de formar niños que quieren todo y enseguida. Estos niños no tienen más límites y crecen con valores adulterados». En los adolescentes, esta pérdida de límites y de valores, ampliamente denunciada por aquellos que estudian los problemas de la juventud, ocasiona la violencia y el rechazo a la autoridad, que es lo que vemos actualmente.
Más allá de los siglos y de las culturas, la Biblia, poseedora de la sabiduría divina, nos enseña la manera de educar a los hijos. Este libro no está desfasado. Las instrucciones divinas que conciernen a la educación de los niños permanecen actuales.
Sembrar en la joven vida de un niño las enseñanzas de la Biblia conduce a cosechar en su vida de adulto el respeto de valores, base de una sociedad sana, mientras que ceder sin discernimiento a todos sus deseos tiene consecuencias funestas para él y para su entorno. Es importante conducirlos a Jesús, nuestro Salvador. Padres creyentes, no nos dejemos influenciar por la corriente actual. Criemos a nuestros hijos “en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4), con amor y firmeza. Nuestro Dios nos lo pide, y para ellos es el camino de la bendición.
Filed under: Devocionales
Deja una respuesta