*** ¿Hay alguien alli ? ***


Era una maravillosa tarde de verano, y como otras tantas tardes,

mis amigos y yo nos disponíamos a jugar al fútbol, sin embargo, cuando

fuímos al campo donde solíamos acudir cada día,

nos encontramos con que otro grupo de jóvenes

estaba ya allí. ¡Vaya decepción! no podemos jugar.

Pero a uno de nosotros se le ocurrió una genial idea, «¡un momento!»

-exclamó-, «conozco un lugar abandonado, un poco alejado,

perfecto para jugar, nadie va por allí,

de modo que nadie nos molestará». ¡Estupendo!

Comenzamos a jugar, y todo iba de maravilla, pero, de repente, la pelota


se desvió un poco,

y fue a parar a una de las ventanas de la casita abandonada, e inevitablemente,

el cristal se rompió en mil pedazos. Pasaron algunos segundos hasta que alguien

reaccionó, atemorizados, pálidos como la cal, porque habíamos roto un cristal,

y sabíamos que alguien tendría que pagar por ello, pero pronto, ese temor se convirtió en alivio al recordar que esa casa estaba abandonada,

y que aunque rompiéramos muchos cristales, no pasaría nada,

porque no había nadie allí, nadie habitaba en esa casa.

Así que seguimos jugando tranquilos.

No obstante, la cara de alivio desapareció como la neblina y quedamos paralizados por lo que apareció ante nuestros ojos,

de repente, de la puerta de aquella casita,

salió un hombre qye venía directo a nosotros… ¡Sí que había alguien allí, pero

nadie lo había investigado de verdad, y ahora tendríamos que responder por

el cristal roto!

¿Hay alguien allí? ¿Hay alguien en el cielo además de estrellas y astros?


Esta es una de las grandes preguntas que el hombre se ha hecho a lo largo de los siglos, intentando buscar respuesta.

Hoy en día muchos dicen que no hay nadie en esa casa, que está abandonada, pero, si no hay nadie

¿por qué el hombre siempre se lo ha cuestionado desde el comienzo

de la historia? ¿Por qué el tema no ha quedado ya zanjado?

Por la sencilla razón de que Dios «ha puesto eternidad en el corazón del hombre»

Ecl 3:11, Dios ha puesto este pensamiento para que le busque, y lo que es más,

le encuentre.

Sin embargo, el hombre insiste en decir que no, y así, con la conciencia endurecida, se dispone a vivir como quiere,

independiente de ese Dios, y lo que es peor,

rompiendo muchos cristales de Su Ley, pensando que no hay nadie en la casa. Pero, ¿y si hay alguien allí? Querido amigo,

sí, hay Alguien allí, y ese es el Dios

que desde el principio se ha puesto en comunicación con el hombre.





La creación misma nos habla de un Dios Creador «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» Gn 1:1, «Porque las cosas invisibles de El,

su Eterno poder y Deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,siendo entendidas por medio de las cosas hechas,

de modo que no tienen excusa» Rom 1:20.

La existencia misma del hombre, y lo que es, nos prueba que el hombre es algo más que fósforo, calcio, agua y unos cuantos elementos más,

porque eso lo puedes comprar en una farmacia, pero nadie puede

«crear» o «formar» ningun hombre.

¿Has pensado alguna vez en tu cerebro? ¿Sabías que se compone de más de 10

mil millones de células?¿Que cada una de ellas es un verdadero computador

con más de 200 lineas de comunicación entre ellas?

El más torpe de los cerebros humanos es más sofisticado y potente que el más

complejo y colosal computador jamás fabricado por el hombre…

¿Fruto de una explosión o del azar?¿Evolución del mono?

Es increíble que un ser tan inteligente como el hombre se trague semejantes

ridiculeces son la menor de las evidencias científicas…¿Por qué?

Porque sabe que ha roto muchas veces muchos cristales de la ley de Dios,

y estaría más «tranquilo» si no hubiese nadie allí, nadie que nos pida cuenta

por cómo hemos quebrantado la Ley de Dios.

Sin embargo, ese día llegará, porque como Dios mismo dice

«Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez,

y después de esto el juicio» He 9:27.

La solución no está en negar lo innegable, que Dios existe; sino en creer que ha enviado a Su Hijo, el Señor Jesucristo


para que cargara con la culpa de nuestros pecados

en la cruz, reconociendo todos los cristales que hemos roto.

Hay perdón, hay salvación en ese Dios que se ha manifestado al hombre, para que

todo aquel que se arrepiente y cree en El, tenga el perdón y la paz que sólo Dios,

el Dueño de la casa, puede dar «Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha

entregado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda,

mas tenga vida eterna» Jn 3:16.

Sí que hay Dueño en la casa, y tienes que arreglas las cosas con El antes de que le

veas cara a cara, porque entonces, ya no habrá solución «El que tiene al Hijo,

tiene la vida;

el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida» 1Jn 5:12.

¿Hay alguien allí? Sí. ¿Cuántos cristales más romperás antes de verle cara a cara?

Recuerda que antes o después, aparecerá, y tendrás que reconocer que en el

fondo,

sí que había alguien allí.


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