¿Para qué aferrarnos a lo que quizá perderemos?

Dios es la fuente de toda bendición.
Hay quienes reconocen esta realidad y han aprendido a manejar todos los favores que Él
les ha concedido, por lo que alaban al Dador y no a los dones.Otros se aferran a los beneficios
recibidos, se sacrifican por lograrlos, planean sus vidas alrededor de ellos y constantemente
piensan en ellos. Eso afecta sus relaciones con Dios pues se esfuerzan por buscar más y más
de lo que ya poseen. Como resultado, a veces el Señor tiene que despojarlos de dichas
bendiciones. El principio de vida que se aplica en este caso
es que todo aquello a lo que nos a ferremos, lo perderemos y se ilustra en la parábola del rico
insensato que encontramos en Lucas 12.16-21. En ella vemos que ese hombre, al aumentar
sus riquezas, también permitió que creciera su orgullo y autosuficiencia. En última instancia, su arrogancia le costó la vida y de nada le sirvió lo que había acumulado.
¿El Señor es la persona más importante para usted?
¿Con regularidad usted le pide que le guíe en sus decisiones?
Él tiene el propósito y el plan más maravilloso para usted, pero usted jamás disfrutará de lo mejor que Él quiere darle si se enfoca en otros objetivos.
Mi oración es que usted se proponga lograr que el Señor verdaderamente ocupe el primerlugar en su vida.
Abra usted sus manos y entréguele todo aquello a lo que usted se haaferrado tenazmente.
Es posible que Él no se lo quite sino que simplemente reajuste su manera de pensar.
Su relación personal con Él es lo más valioso que usted pueda poseer y si
así lo desea sinceramente, el Padre celestial derramará sobre usted todo género de bendiciones



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