Ocurrió durante la Cumbre del G8 que tuvo lugar en L’Acquila, Italia. El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, se sacó del bolsillo una moneda a la que presentó como la futura moneda mundial. «Pueden verla y tocarla», dijo Medvedev mostrando la moneda que lleva la inscripción «unidos en la diversidad». Era sólo una muestra pero el gesto del mandatario ruso expresa la determinación no sólo de su país sino de varias naciones, entre ellas China y la India, de reemplazar al dólar como divisa internacional. «Si alguno adora a la Bestia y a su imagen, y acepta la marca en su frente o en su mano, ¿Cuándo se iniciará este proceso de identificación?tendrá que beber también del vino del furor de Dios, que está preparado, puro, en la copa de su cólera. Será atormentado con fuego y azufre, delante de los Ángeles y delante del Cordero. Y la humareda de su tormento se eleva por los siglos de los siglos, y no hay reposo ni de día ni de noche para los que adoran a la Bestia y a su imagen, ni para el que acepta la marca de sus nombre» (Apocalipsis 14:9-11)
Ocurrió durante la Cumbre del G8 que tuvo lugar esta semana en L’Acquila, Italia.
El presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, se sacó del bolsillo una moneda a la que presentó como la futura moneda mundial.
«Pueden verla y tocarla», dijo Medvedev mostrando la moneda que lleva la inscripción «unidos en la diversidad».
Era sólo una muestra pero el gesto del mandatario ruso expresa la determinación no sólo de su país sino de varias naciones, entre ellas China y la India, de reemplazar al dólar como divisa internacional.
La moneda, que se acuña en Bélgica, aún no tiene nombre pero se cree que inevitablemente sustituirá al dólar.
La de Medvedev no es la única iniciativa para reemplazar a la moneda estadounidense.
El Banco Central de China propuso hace unos meses la creación de una divisa mundial administrada por el Fondo Monetario Internacional.
Para los expertos en cuestiones financieras, tomará tiempo para que el dólar pierda la posición que ha tenido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando sustituyó a la libra esterlina.
Se señala que el advenimiento de una nueva moneda mundial estaría más cerca si la economía china crece sobre la base del consumo interno y si el euro tiene una segunda década tan exitosa como la primera.
Muchos en los años noventa del siglo pasado dudaban del euro que, sin apenas complicaciones se impuso como realidad.
«Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras».
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