Job 19
25 Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26 Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27 Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Puedo estar pasando por problemas en mi vida hasta sentir que mi corazón desfallece pero aun así alabo a mi Padre, aún así me sostengo del invisible, porque yo se que mi Redentor vive, yo se que no sirvo a un Dios de yeso ni a un Dios de madera, yo sirvo a un Dios vivo, a un Dios que pase lo que pase todavía está sentado en su trono.
Yo no le sirvo para que otros me vean servirle. Le sirvo cuando me están viendo y también cuando nadie me ve.
Hoy confieso con mi boca que mi victoria no esta en mi ni en mis fuerzas, mi victoria esta en el Dios Soberano en quien he creído!
Mi victoria está no en un presente dudoso pero en futuro cierto y seguro!
Yo soy débil, pero EL es fuerte.
Yo soy imperfecto, pero ÉL es perfecto.
Y un día MIS OJOS LE VERÁN, un día mis ojos le verán cara a cara y nada ni nadie me lo podrá impedir…un día le adoraré como ningún otro día porque le veré por mí mismo, y para mí no hay consuelo mayor que este, poder ver a mi Señor!
¿Te imaginas? Poder ver su GLORIA! Si aquí en la tierra, tan solo con sentir su presencia por un momento, nos sentimos tan bien, como será cuando nuestros ojos le vean en todo el resplandor de su SANTIDAD!
Le podré ver no porque me lo merezco, sino por su gracia y poder.
Le podré ver porque se en quien he creído, porque es un ser real y tangible. Le podré ver porque no se esconderá de mi, ni me tendrá por poco. Le podré ver porque para mi Redentor, yo soy su hijo, el mas pequeño de todos!
Parte del mensaje «Tus Ojos Verán a Dios»
Por: Pastor Pablo Caballero
http://ungido.org
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