¿Ama de casa o amando la casa?


¿Se dice “ama” de casa porque uno es la dueña o la que tiene la última palabra? ¿O no será que se equivocaron en la palabra “de” y debía ser cambiada por “la”? Quizá eso nos haría cambiar de perspectiva.

Porque entonces…

No somos amas de casa porque se haga nuestra voluntad, sino porque amamos la casa la cuidamos y velamos por el bienestar de sus miembros.

No somos amas de casa de un modo negativo, sino que estamos en casa porque la amamos.

Por lo tanto, no es para nosotros un peso insostenible, ni una degradante posición, sino un privilegio hacer lo que nos gusta y porque nos gusta, pues el amor es el que mueve nuestras manos, nuestros pies y nuestra voluntad.

Así que, no soy ama de casa. Soy quien ama la casa.

Nota: Y cabe aclarar que la “casa” es mucho más que cuatro paredes.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.