¿Por qué damos rodeos?

«Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto» Éxodo 13:17

El pueblo hebreo no fue directo a la tierra prometida al salir de Egipto, Dios los guió por otro camino ya que sabía que podían desfallecer al ver que debían luchar por dicha tierra.

Dios no tiene problemas con el tiempo ya que desde antes de la fundación del mundo Él era, para Dios un día son cómo mil años y mil años son cómo un día.

¿Por qué digo esto? Lo digo porque este pasaje me recuerda que debo ser paciente, Dios va a cumplir sus promesas, no debo dudarlo aún cuando pareciera que estoy dando rodeos y «vueltas de carnero».

Dios tiene el control de nuestras vidas (si se lo permitimos); cuando sienta que doy vueltas y vueltas sin llegar a mi destino, seguramente es que Dios me está haciendo crecer, preparándome para las batallas que me esperan, batallas en las cuales saldré victorioso si lucho con ayuda de Dios y no por mis propias fuerzas.

Aún si el camino me parece largo
Aún si siento que no voy a llegar
Aún cuando piense que no avanzo
Dios me guiará a mi destino
Paso a paso, poco a poco
Porque lo importante no es lo que logremos
Lo importante es que nuestras vidas
Sean un reflejo de nuestro creador
Lo que importa es mi carácter
Y si se necesita un día o cuarenta años
Para mi formación y crecimiento
Que así sea
Lo único que te pido Dios
Es que no permitas que te deje
Porque se que tu nunca
nunca
me dejarás


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