Las uvas son el resultado de la vida de la vid que fluye a través de las ramas.
Muchas veces he pensado que el fruto en la vida cristiana
son actividades como dar clases en la Escuela Dominical
o conducir un Estudio Bíblico.
Estos actos de servicio son buenos y valen la pena,
pero Jesús dijo que ser fructífero significa permitir que Su Vida
fluya a través de mí:
«Como el sarmiento no puede dar fruto
por sí mismo si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros
si no permanecéis en mí»
Juan 15:4
Nadie puede dar uvas si no está conectado a Cristo, la Vid.
El fruto no es primordialmente asunto de lo que yo logro.
Es el resultado de estar en estrecha comunión con El.
Siempre que quieras saber si eres un cristiano«fructífero»,
hazte estas preguntas:
¿Soy como Jesús?
¿Está su Vida fluyendo a través de mí
en las actividades y las relaciones
ordinarias de cada día?
¿Acaso las «uvas» de mi vida
conducen a otros a la Vid?.
Fuente: David McCasland
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