Llega un nuevo libro, un nuevo logro. Se anuncia entre una tormenta de emociones en el ámbito personal. Una mudanza. Un hijo. Una nueva faceta para esta escritora. Quizá en las letras me escapo cuando mis limitantes maternales me rebasan. Tal vez me desahogo cuando contemplo la perfección de la carita de mi hijo.

Hace muchos años soñaba con ser publicada. En el fondo, confieso, creía que no habría en mi historia un hijo de carne y hueso, sino solo hijos de tinta. Hoy, por la gracia de Dios, todo ha cambiado.

Y me gozo y me deleito en este nuevo momento. Sostengo a un chiquito en brazos, y por otro lado escucho que pronto tendré en mis manos un nuevo libro. Un libro que habla del amor de un padre por sus dos hijas. Un libro que explora la persecución en tiempos del Imperio Romano en contra de los seguidores de Jesús. Un libro que intenta expresar lo que es el amor ágape, esa entrega incondicional que Dios mostró al darnos a Jesús.

Y como siempre, me encantaría saber lo que mis lectores opinan de este nuevo libro. Y mientras pueda, quisiera seguir compartiendo mis letras con los que se atrevan a seguirme. Y si algún día mi pluma se detiene, que lo poquito que haya logrado escribir le dé la gloria a Dios.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.