Si la respuesta de Jesús parece ser: «¿Qué tal si mandas al… tus límites?» La pregunta es: ¿existe un límite al «más allá de nuestros límites«?
¿Cómo digo esto sin sonar Fariseo?
Aquel que experimenta la gracia de Dios a través de sus múltiples caídas, de haber tocado fondo (y más de una vez), y quien experimenta el terrible amor de Dios a pesar de sus múltiples estupideces, necedades y perdidas de control, sabe que la milla extra no es una opción: es vivir en gracia y dar en gracia la misma acción que muchas veces se le ha concedido.
¿Hay alguna otra buena razón para caminar tres millas extras?
Al que mucho se le perdona, mucho ama. Ama a Dios. Ama a otros.
Deja una respuesta