69- DIA 6: LA RELIGION DE MI HIJO

Dicen por ahí que antes de morir debemos escribir un niño, dar a luz un árbol y sembrar un libro. Y bueno, no se si les pasa a todos, pero cuando se acercaba el momento en que conoceríamos a Benjamín, me dió ganas de aportar algo más al mundo, así que me puse en modo reflexión. Yo que estaba reflexivo mucho antes de que Noelia saliera embarazada, mi condición empeoró conforme se fue acercando el nacimiento del enano.

Cuando miro a mi alrededor, la condición de la religión cristiana (esa en la que la gente dice que no tiene una religión sino una relación), su decadencia y alejamiento de la Palabra, entonces me pregunto ¿quiero que mi hijo crezca en medio de esto? Obvio que mi respuesta es NO. Pero surgen un montón de preguntas:
– ¿Cómo me muevo de polipalilandia a enroscarme seriamente en el Reino?
– ¿Cómo tomo más en serio mi camino por la senda estrecha?
– ¿Cómo pongo un stop a la colaboración que estoy dando a que este sistema se mantenga?
– ¿Cómo discipulo a mi hijo?

Y no se cuántas otras preguntas surgen.

Hace años caminaba para pensar, ahora casi no lo hago, pero hoy me surgió la necesidad de hacerlo y poner en orden todos los pensamientos que me han invadido durante meses. Lo peor de estos pensamientos es que cuando los compartes con alguien tienes que explicar tantas cosas, tienes que romperles a la fuerza los paradigmas que te han tomado años en romper, tan solo para tener una conversación, porque después de ésta los paradigmas lo pegan con «coquí«. Así que caminaré, conversaré conmigo mismo, con Dios, quizás con otros que estén en la misma y luego me pondré en marcha.

Luego te escribo y te envío cartas desde el exilio.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.