*** 7 Diciembre ***

Un regalo de Dios para todos


En Navidad se festeja el alumbramiento más importante de la historia de la humanidad.
Ese día el Creador del universo tomó forma corporal y se introdujo en nuestro mundo en calidad de Dios y de hombre.
Para anunciar el nacimiento de Jesús, un ángel se apareció de noche a unos pastores que cuidaban de sus rebaños: «Les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor»

Mientras meditaba sobre el anuncio del ángel, me vino a la memoria otro suceso que tuvo lugar unos días después. Cuando los padres de Jesús lo presentaron en el templo, según prescribía la Ley Mosaica, se encontraba allí un anciano llamado Simeón a quien Dios había revelado que no moriría sin haber visto al Mesías. Cuando llevaron al Niño Jesús, Simeón lo tomó en sus brazos, bendijo a Dios y dijo: «Ahora, Señor, permite que Tu siervo se vaya en paz, conforme a Tu palabra; porque han visto mis ojos Tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz de revelación a los gentiles y gloria de Tu pueblo Israel»

Ambas proclamaciones evidencian que Jesús vino a traer salvación atodos los pueblos,es decir a todo el que creyese en Él, sin distinciones de raza, religión, extracción social ni ninguna otra consideración. «Tanto amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo el que cree en Él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a Su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él»

«Todo el que cree».La salvación es un regalo de Dios para todos.

Peter Amsterdam y su esposa, María Fontaine, dirigen el movimiento La Familia Internacional.

Si aún no has recibido el mejor regalo de Navidad que tiene Dios para ti, este es el momento de hacerlo.
Acepta a Jesús como tu Salvador mediante esta sencilla oración o una parecida:

Jesús, eres «el camino, la verdad y la vida»4,la expresión del amor y el cuidado de Dios por Sus criaturas. Deseo conocerte, por lo que te abro ahora mi corazón y te invito a formar parte de mi vida. Amén.

Fuente: Peter Amsterdam

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