JUAN 15. EL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS 8

31 «El Hijo de Dios viene del cielo, y es más importante que todos nosotros, los que vivimos aquí en la tierra y hablamos de las cosas que aquí suceden. Pero el que viene del cielo es más importante,32 y habla de lo que ha visto y oído en el cielo. Sin embargo, muchos no quieren creer en lo que él dice.33 Pero si alguien le cree, reconoce que Dios dice la verdad,34 ya que cuando el Hijo habla, el que habla es Dios mismo, porque Dios le ha dado todo el poder de su Espíritu.

35 «Dios, el Padre, ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todo el universo.36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que no obedece al Hijo no la tiene, sino que ya sido condenado por Dios.

Para mí es difícil saber si este párrafo se trata de un comentario editorial, es decir, está pronunciado por el escritor del evangelio o, por el contrario, forma parte del discurso de Juan el Bautista acerca de Jesús. No lo sé, tampoco creo que sea lo más importante.

Dos cosas me han llamado la atención y hecho pensar. La primera, Dios habla a través de Jesús. Ya en el primer capítulo había visto la idea de que Jesús es el único interprete autorizado de Dios, dicho de otra manera, si alguien quiere tener una visión correcta y precisa del Padre debe mirar a Jesús. Ahora se amplía la idea, oír a Jesús es lo mismo que oír a Dios. De tal modo que al ver y oír al Maestro nos podemos hacer una idea clara y concisa del Dios a quien queremos seguir y honrar. Su voluntad, pensamientos, deseos y actitudes hacia nosotros no son extraños ni misteriosos, simplemente dirígete a Jesús y los podrás averiguar.

La segunda, la actitud que tomemos hacia Jesús es muy importante. Él no es únicamente un gran ejemplo de vida, no es un gran maestro de moral ni un guía religioso. Es Dios mismo y, por eso, de creer en Él o rechazarlo depende nuestra salvación o condenación. Lo cierto es que a mí mismo me gustaría no tener que afrontar esta idea de que hay condenación o salvación ya que suena políticamente incorrecto pero, ¿cómo podemos ignorar estas palabras del evangelio acerca de salvación y condenación?
Un principio

Nuestra actitud hacia Jesús marca nuestro destino eterno.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.