JUAN 22. EL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS 15

19 Jesús les dijo: «Les aseguro que yo, el Hijo de Dios, no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Sólo hago lo que veo que hace Dios, mi Padre.20 Él me ama y me muestra todo lo que hace. Pero me mostrará cosas aún más grandes, que a ustedes los dejarán asombrados.21 Porque así como mi Padre hace que los muertos vuelvan a vivir, así también yo le doy vida a quien quiero.22 Y mi Padre no juzga a nadie, sino que me ha dado a mí, su Hijo, el poder para juzgar,23 para que todos me honren como lo honran a él. Cuando alguien no me honra, tampoco honra a mi Padre, que me envió.

24 «Les aseguro que todo el que preste atención a lo que digo, y crea en Dios, quien me envió, tendrá vida eterna. Aunque antes vivía alejado de Dios, ya no será condenado, pues ha recibido la vida eterna.25 Una cosa es cierta, ahora es cuando los que viven alejados de Dios me oirán a mí, que soy su Hijo. Si obedecen todo lo que digo, tendrán vida eterna.26 Porque Dios, mi Padre, tiene el poder para dar la vida, y me ha dado a mí ese poder.27 También me ha dado autoridad para juzgar, pues yo soy el Hijo del hombre.

28 «No se sorprendan de lo que les digo, porque va a llegar el momento en que los muertos oirán mi voz29 y saldrán de sus tumbas. Entonces los que hicieron lo bueno volverán a vivir, y estarán con Dios para siempre; pero los que hicieron lo malo volverán a vivir para ser castigados.

¡Vaya pasaje cargado de tanto contenido! En unas pocas líneas Jesús desarrolla varios temas super importantes. Habla acerca de su autoridad como Hijo de Dios, autoridad que le permite dar vida eterna y juzgar. Habla también de su imitación del Padre y cómo hace todo aquello quele ha visto hacer a Él.

Todos esos temas son muy importantes que podría extenderme escribiendo acerca de cada uno de ellos, sin embargo, desde el momento en que he leído el pasaje el que más me ha impactado y el que ha desafiado mi vida ha sido el de imitar al Padre. Esa es la afirmación que hace el Maestro, que hace únicamente aquello que ha visto hacer al Padre. Me ha hecho pensar en un hijo que atentamente observa la conducta de su papá y que busca imitarle en todo sentido.

Tiene para mí un doble sentido. En primer lugar, ser consciente de que soy observado y que puedo ser imitado, para bien o para mal. En segunda lugar, buscar de forma activa e intencional observar al Padre y meditar en ello. Observar qué siente, qué piensa, qué busca, qué le mueve y qué le motiva, cómo actúa e imitarlo en mi forma de vivir. ¡Qué gran desafío, vivir imitando al Padre!

Un principio

¿Cómo puedo imitar al Padre hoy?


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