Resurrección y Restauración

«Cuando Cristo murió, fue puesto en la tumba nueva de un jardín cercano.
Algunas mujeres que fueron a ungir su cuerpo, el primer día de la semana,
se estaban preguntando quién les correría esa piedra tan pesada de la entrada cuando,
para su sorpresa, se dieron cuenta de que ya había sido quitada.
Cuando entraron, vieron a un joven vestido con una bata blanca sentado a la derecha.
Sorpresivamente, El les dijo que Jesús ya no estaba allí puesto que
¡había resucitado!.
Entonces el ángel añadió:
«Pero id , decid a sus discípulos y a Pedro…..» (Marcos 16:7).
¡Y a Pedro!.
(Recordemos que momentos antes del arresto y crucifixión de Cristo, Pedro prometió que estaría
a su lado hasta la muerte. Pero en lugar de ello, Pedro le negó, no una, ni dos, sino…….
¡hasta tres veces!).  (Recordatorio mío).
¿Por qué recibió Pedro esa mención de honor?
Cristo sabía que si él no recibía una invitación específica por nombre propio,
nunca se hubiera sentido digno de ser incluido entre los discípulos.
Esa fue la propuesta de Cristo;
el Maestro le extendió su mano a un compañero caído.
……. En 1ª Corintios 15, el apóstol Pablo relacionó aquellos a quienes Cristo se apareció
después de su resurrección. Interesante, Pedro (Cefas) encabeza la lista.
Esto confirma que Pedro fue el primero que vio a Jesús después de la resurrección.
Ya no tenía que sentirse como uno que ha sido desechado,
pues Jesús con gran compasión lo había perdonado.
……. Aún los brazos de Jesús se extienden hacia nosotros,
sin importar cuáles hayan sido nuestros fracasos. Esos brazos son suficientemente largos y tiernos
para abrazar aún a la persona más desacarriada y negligente que ha negado al Salvador.
Jesús tiene sus ojos fijos en nosotros diciendo:
«Yo tengo compasión de ti. Te aseguro que puedes volver a tener comunión con el Dios vivo».
(Recordemos que después, Jesús se une a sus discípulos compartiendo un desayuno en Galilea,
allí cruza unas palabras con Pedro. Tres preguntas le realiza:
Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?.
Y tres contestaciones afirmativas salen de la boca de Pedro). (Recordatorio mío).
….. Pedro había negado a Cristo en tres oportunidades, e igual número de veces
tuvo el privilegio de reafirmar su amor por El.
Los oscuros días de la humillación habían terminado. El remordimiento había sido reemplazado
por la responsabilidad, la comunión y la aceptación completa.
……. Cristo aún ora por nosotros. El conoce nuestras debilidades y las circunstancias que
nos ocasionaron la caída. El, lleno de compasión está dispuesto a restaurarnos a la comunión
y utilidad.
Permitámosle simplemente que provea la sanidad que sólo El puede dar.
                                        Cincelado por la Mano del Maestro                             
                                                                  Erwin Lutzer                                           


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