Alicia: lección 3

Otro de los famosos encuentros de Alicia es con un gato de enigmática sonrisa. Alicia le pide: “¿Por favor, podría indicarme qué dirección debo seguir?” El sabio minino responde: “Eso depende de adonde quieras ir”. Alicia contesta que no importa el lugar, así que el gato concluye: “En ese caso, tampoco importa la dirección que tomes”.

Alicia nos enseña que no podemos ser dos personas a la vez. Pero ¿no será que muchas veces nos sentimos confundidos y desorientados porque no sabemos a dónde vamos? Si carecemos de metas, ¿acaso importa el rumbo?

En esta sociedad postmoderna, corremos el riesgo de perdernos. Vemos ejemplos de jóvenes sin objetivos ni sueños que prefieren terminar con sus vidas o que eligen vivir para un vicio o que entran con armas a las escuelas y matan al prójimo. Quizá en el mundo de Carroll no importaba la dirección ni el rumbo, pero en este mundo resulta vital.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.