Mis palabras son espíritu y son vida

 

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63

 

Estas palabras sonaron muy fuertes cuando Jesus las pronuncio. Tanto que muchos de los que seguían a Jesus dejaron de seguirlo desde ese mismo día. Jesus les dijo también a sus doce discípulos: ¿Queréis acaso iros también vosotros?  Esto sucedió cuando Cristo predicaba estas palabras:

“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente. Juan 6:53-58

“Dura es esta palabra ¿Quien la puede oír?” dijeron muchos.  Hoy en día la gran mayoría tal vez podemos entender a que se refería Jesus cuando pronunció estas palabras, pero te has preguntado, ¿que pensaron ellos? los que oían estas palabras sin saber quién era Jesus y que sucedería con él en poco tiempo. Ellos no sabían con exactitud que Jesus tendría que padecer hasta morir cruelmente y sangrientamente en la cruz. Tú y yo ya lo sabemos y entendemos un poco mejor, porque eso fue un acto del pasado. Ahora estas palabras son un poco más claras para nosotros ya que sabemos que paso poco después.

Claro está, es de suponerse que los que oían esto por primera vez pensaban que Jesus estaba hablando de canibalismo o algo así. De manera literal esta descripción es horrenda ¿cómo que comer su carne y beber su sangre?. Ahora déjame decirte, cuando Dios le abre el entendimiento a una persona, le da un escenario diferente, una visión de las cosas para que entienda las palabras. Es decir Dios te da un escenario para que puedas entender, te habla de tal manera que tú entiendas el porqué de lo que dice. Pero cuando eres ajeno o ciego a este escenario, es imposible que puedas entender.

 

Pero aquí esta lo impresionante, ellos estaban acostumbrados a los sacrificios de cabritos, carneros, toros, etc. los sacrificios del templo eran tan familiares. Lo llegaron a realizar tantas veces que no se detenían a meditar en el porqué de esos sacrificios. Lo veían tan común que llegaron a olvidar el porqué de los ritos en el templo. Cuando Jesus les estaba describiendo que él era el pan, se refería a que de manera muy similar a la que hacían los sacrificios para el holocausto, de esa manera él tenía que ser sacrificado. Es decir para el entendido de las palabras de Jesus, podían asociar los holocaustos. Esa era la manera de pagar por nuestros pecados y así ser sacrificado, y nuestra parte era o es aceptar ese sacrificio. Y Jesus aclaró:

 

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63

 

Pero aquí está la otra parte impresionante. En otras palabras lo que Jesus estaba diciendo era espiritual. Debía haber un significado espiritual. Jesus no aprueba el canibalismo, y mucho menos los sacrificios humanos. Pero él se estaba poniendo como un sacrificio, de la misma manera que se hacían los sacrificios en el templo. El pagaría con su vida por nuestros pecados. Muchos no entendieron el mensaje, pero lo aceptaron como bueno.

 

Jesus habla de manera espiritual y sus palabras deben ser interpretadas de manera espiritual. La gente quería ser saciada del pan físico, la gente quería ver señales. Tenían la mirada en cosas diferentes y su necesidad estaba mal enfocada. A tal grado que no podían ver la respuesta a su necesidad. Tenían la vista muy corta, Dios Padre no les había abierto los ojos y Jesus les dice:

 

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.  Juan 6:35

 

Pero ellos no veían a Jesus como la llenura para su espíritu, ellos no veían a Jesus como la saciedad para su sed espiritual. Ellos no encontraban saciedad espiritual en las palabras de Jesus. Encontraban las palabras de Jesus áridas, secas y vacías. Ellos estaban enfocados en las cosas visuales, cosas inmediatas, cosas pequeñas, su visión estaba muy corta. Enfrente de ellos estaba la vida, enfrente de ellos estaba la saciedad para su sed. Enfrente de ellos tenían al Salvador del mundo. ¡Pero no les interesaba!

El problema estaba en el corazón de las personas, Jesus les dijo:

 

Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis. Juan 6:36

 

La incredulidad te cierra el corazón para no creer, si yo decido no creer no puedo entender la vida que hay en las palabras de Jesus. Jesus hablando en lenguaje espiritual y ellos hablando en forma literal:

 

“Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.  Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?  Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros”. Juan 6:50-53

 

Jesus estaba diciendo que él iba a dar su carne, su sangre y su cuerpo en pago por la vida que nosotros podemos recibir, si aceptamos que el murió por nosotros, el dio su cuerpo y su sangre. Eso es comer su carne y beber su sangre. Aceptar el sacrificio completo de Jesus es indispensable, no solo partes del sacrificio, no solo lo que nos gusta, es aceptar todo. ¡Es completo!. Aceptar la obra completa de Jesus. Aceptar completamente a Jesus es comer su carne y beber su sangre.

Cuando Jesus dijo:

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63

Jesus dijo de sí mismo:

 

“el que come de este pan, vivirá eternamente”. Juan 6:58

 

En otra ocasión Jesus mencionó:

 

“Bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí”. Mateo 11:6

 

De una manera extraordinaria Pedro dijo estas famosas palabras a Jesus:

 

“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. Juan 6:68

 

Las palabras de Jesus son espíritu y son vida, cuando decidimos aceptar su palabra. Sus palabras son espíritu y producen vida en nosotros. Otra persona y yo podemos escuchar las mismas palabras, pero a mí me producen vida y ese alguien que no quiere entender, no le van a producir vida. Así es cuando alguien decide no creer.

 

¿Quieres comer de la carne de Jesus y beber de la sangre de Jesus?, acepta hoy su mensaje, acepta que Jesus murió por ti para darte vida, acepta que Jesus murió para llevar tus enfermedades, tu pecado y tu dolor. Acepta el mensaje completo de Jesus. Invítalo hoy a morar en tu corazón. Invítalo a ser la parte más importante de tu vida. ¡Recibe las palabras de Jesus que son vida! Porque él es la vida. ¡El tiene palabras de vida eterna!

 

Bendiciones:

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Comentarios

Una respuesta a «Mis palabras son espíritu y son vida»

  1. Avatar de Marco Suarez
    Marco Suarez

    Tengo más de una año de haber nacido de nuevo en Cristo, pero todavia no entiendo con certeza lo que significa «la carne para nada aprovecha», en la versión NTV da entender que ello quiere decir que los esfuerzos humanos nada logran. Por favor su respuesta.

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