JUAN 57. EL MINISTERIO PÚBLICO DE JESÚS 50

Juan 11:17-27

17-19 Como el pueblo de Betania estaba a unos tres kilómetros de la ciudad de Jerusalén, muchos de los judíos que vivían cerca fueron a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Jesús llegó a Betania, se enteró de que habían sepultado a Lázaro cuatro días antes.

20 Al enterarse Marta de que Jesús había llegado, salió a recibirlo, y María se quedó en la casa.21 Entonces Marta le dijo a Jesús:

–Señor, si tú hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.22 Pero a pesar de todo lo que ha pasado, Dios hará lo que tú le pidas. De eso estoy segura.

23 Jesús le contestó:

–Tu hermano volverá a vivir.

24 Y Marta le dijo:

–Claro que sí, cuando llegue el fin, todos los muertos volverán a vivir.

25 A esto Jesús respondió:

–Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá.26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?

27 Marta le respondió:

–Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo.

Por fin Jesús se encuentra con sus amigos, en este caso primeramente con Marta. La reunión de los dos sirve de marco para una de las afirmaciones más importantes y rotundas de Jesús y que durante siglos y siglos ha provisto de esperanza a los creyentes.

Jesús es la resurrección y la vida y el que cree en Él no morirá para siempre. Cuando, como es mi caso, los días que quedan por delante son, sin ninguna duda, muchos menos que los que hay por detrás, estas palabras del Maestro comienzan a tener mucho más sentido y uno se las plantea de un modo diferente.

Hace unos cuatro o cinco años tuve, por primera vez, conciencia de la muerte. La vi como una realidad que se aproximaba y no únicamente como una probabilidad estadística. Desde entonces la vida eterna, el encuentro con el Señor, el más allá, el mismo proceso de morir y dejar esta tierra y esta realidad han cobrado un significado diferente. Y he pensado de forma muy personal una y otra vez la afirmación de Jesús ¿Puedes creer esto?

Nos asimos a la promesa de Jesús de que aunque muramos, volveremos a vivir. Aunque se acaben los días aquí existe una vida diferente con Él que sólo podemos especular cómo será, pero estamos seguros que será.

Un principio

¿Podemos creer esto?


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