NO QUIERO PERDER…

En estos días que nos toca vivir, la vida cada día es menos fácil. Sufrimos traiciones, dolores, vergüenzas, humillaciones y muchas cosas más… cosas que nos hacen llorar unas veces, que nos hacen perder la fe en Dios otras… cosas que nos laceran el alma… cosas que nos dejan atónitos y, a veces, sin esperanzas de un buen futuro…
Sin embargo, yo insisto en que no quiero perder…
El romanticismo, a pesar que a muchos ya  no les gusta leer poesía. A pesar que a muchos ya no les agrade observar un botón de rosa a punto de reventar, a pesar que muchos ya no sonríen ni muestran su mejor semblante. Yo no quiero perder el romanticismo a pesar que ya casi nadie escucha una buena canción que alegra el alma…
No quiero perder el optimismo… quiero seguir creyendo en mí mismo, en mi crecimiento personal aunque la sociedad me diga que para qué necesito aprender más… no quiero fosilisarme, no quiero permitir que me masifiquen, que los demás me vean envejecer como se ven los árboles, no quiero perder el optimismo en mi futuro que aún puede ser brillante y hermoso…
No quiero perder la voluntad de vivir… la voluntad de hacer mis ejercicios diarios no para presumir de un buen cuerpo pero sí de alargar mis días sobre esta tierra. No quiero perder la voluntad de mantenerme con el espíritu joven aunque mi cuerpo empiece a mostrar las huellas de mis errores juveniles. No quiero perder la voluntad de sonreír aunque los demás no me respondan la sonrisa. No quiero perder la voluntad de ser libre y no permitir que las masas de allá afuera me subyuguen…
No quiero perder el deseo de tener amigos aunque me sigan traicionando. Aunque sé que con el tiempo se irá uno por uno y me volverán a dejar solo. No quiero perder el deseo de tener amigos aunque sé que algunos de ellas se aprovecharán de mis buenas intenciones. No quiero perder el deseo de tener amigos porque sé que los necesito para poder tener a mi lado personas que me hagan sentir vivo, que me hagan sentir la alegría, la esperanza y la ilusión de que hay alguien que me necesita para mejorar su vida…
No quiero perder el hábito de ayudar a otros, aunque sé que muchos de ellos nunca me darán las gracias. No quiero perder el hábito de ayudar a los jóvenes a mejorar su futuro aunque sé que cuando se vayan a formar sus propios nidos quizá nunca más me recuerden. Pero no quiero perder el hábito de ayudar a otros a que mejoren su horizonte, a que no pierdan la fe en Dios, a que se enamoren de la vida…
No quiero perder el amor… Aunque sé que muchos me rechazarán. Aunque sé que muchos se sentirán amenazados por mis palabras amorosas. Aunque sé que muchos no podrán devolverme el cariño que yo les brinde. Aunque sé que muchos no permitirán que los ame. Aunque sé que muchos no querrán sentirme cerca de ellos… así y todo, yo no quiero perder el privilegio de sentir amor por los demás…
Todo, porque si permito que se me pierdan estos principios sé que empezaré a morir y no quiero que cuando me llamen a pasar lista en la Eternidad, entregue un mal reporte de mi paso por esta vida…
Por eso no quiero perder la fe en Dios, pero para lograrlo, no debo permitirme el error de perder la fe en los demás…

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