Pancha plancha con cuatro planchas ¿con cuantas planchas, Pancha plancha?. Este es un trabalenguas del año uno, que aprendí cuando era niña. Me era muy difícil decirlo, quizá por eso detesto planchar.
Hace unas semanas lavé una blusa de una de mis hijas y a juzgar por su apariencia, cualquiera diría que fue objeto de un camello hambriento. Estaba más estrujada de la cuenta .Sin pensarlo dos veces me desentendí de la cosa, la dejé para luego y la colgué.
Unos días después…… ¡sorpresa! , la blusa estaba en perfecto estado. Me imagino que debió de haber sido la combinación del tipo de tela y el tiempo que duro en el perchero. Se planchó solita ¡que alegría!
Dale un giro radical a tu vida. Coloca todas tus preocupaciones, ansiedades, decisiones, temores, tristezas, sueños sin cumplir, anhelos y cualquier otro tipo de arrugues emocionales en el perchero de Dios, con la absoluta confianza de que todo va a obrar a tu favor.
¿Por qué preocuparte por cosas que están fuera de tu control?
¡Para Dios no hay nada imposible!
No te inquietes por nada, mejor ocupa tu valioso tiempo en tener una sincera conversación con Dios, sin rodeos, en tus propias palabras e intercambia tus pesadumbres por su paz que sobrepasa todo entendimiento. Esto es un paso de fe .La garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Entrégale tus arrugas, sé agradecida y verás como Dios te rodea cual escudo, mantendrá en alto tu cabeza e inundará tu corazón de alegría.
¡Vale la pena colgarlo en el perchero de Dios!……………..Aligera tu carga y sé feliz.
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