La razón por la que muchos pastores no se relacionan con la gente en su comunidad, congregación o como le llames, es porque tienen miedo de lidiar con los problemas y las situaciones en los que esa gente vive. Es más fácil esconderme tras la excusa de «estoy preparando un sermón, no tengo tiempo» a escuchar lo que alguien está pasando, es más fácil escuchar lo que esa persona está pasando que involucrarme. No nos faltan teorías, nos falta VALOR.
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