Ayer viernes regresamos de un tiempo loquísimo (en el buen sentido de la palabra) en el 12vo. Encuentro de la Red del Camino Dominicana. Hay cosas buenas de este encuentro: casi nunca avisan los oradores, que generalmente son practicantes de la Misión Integral, y que generalmente uno no conoce; así que, no sabes que esperar. Lo único que puedes esperar es un buen tiempo con hermanos que no siempre vez, y que tienen un deseo intenso por acompañarse en una obra en la que generalmente la soledad es el común denominador.
Este año pude conocer más de cerca a Claudio Oliver, a quien ahora puedo llamar amigo, y con quien tuve excelentes conversaciones de las que estaré hablando en futuros post. Un tiempo de retos, y de reflexión profunda, en el que algunas viejas luchas re-surgieron y fueron retadas. Luego hablamos…
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