Experimentos médicos en Sudamérica se cobran la vida de los pobres

Al parecer Sudamérica, es una región donde los experimentos médicos se pagan con la vida, pues se ha sabido que varios médicos argentinos mantienen contratos con compañías farmacéuticas para aplicar tratamientos nuevos, donde no se les advierte a los pacientes sobre todas las contraindicaciones, y en numerosos casos donde tales “conejillos de Indias” llegan a pagan con la vida por no soportar estos experimentos. Y es que en muchas ocasiones son los pacientes que llegan en estado grave a una clínica o al consultorio de su médico, y estos les sugieren un nuevo tratamiento que podría salvarles la vida.

Lo sorprendente de estos hechos es que estas cuantías no son ilícitas, tanto que las empresas farmacéuticas llevan un control detallado de lo que cada profesional prescribe. Lo cual es afirmado por Jorge Yabkowski, presidente de la Federación de Profesionales de la Salud, el cual dijo:Los laboratorios tienen clasificados en grandes recetadores, pequeños o medianos. Y sobre los grandes, ejercen presión para que tengan preferencia por una u otra marca”.

Y esto es posible por que las compañías crean un registro con los datos que obtienen de las farmacias, a partir de esa información se asignan retribuciones. Siendo un ejemplo de esto es la encuesta realizada a los médicos de Buenos Aires donde reveló, que el 19% recibió inscripciones a congresos, un 12% invitaciones a comer y el 39% útiles de escritorio. Y esta es una forma en que los grandes laboratorios internacionales puedan aprovecharse del vacío legal que existe en las naciones menos desarrolladas para experimentar remedios que no pueden probar en su país de origen.

Lo grave de esto es que engañan a la gente con atractivos detalles sobre el medicamento o tratamiento en cuestión.

Tal situación la podemos ver con el caso relatado por Jorge D`Angiolollo, hermano de un taxista llamado Roberto Angiolillo, de 65 años, el cual sufrió un infarto en el 2007 y fue internado en un hospital de Buenos Aires.

Roberto describe que estando su hermano en el hospital los doctores le dijeron que le iban a hacer una angioplastia, pero al mismo tiempo avisaron que había un medicamento nuevo que se podía colocar y que daba muy buenos resultados para el problema que tenía el paciente. Escuchando esta atractiva sugerencia, sin dudarlo, Jorge firmó el protocolo por el que autorizaba a someter a su hermano al método, pero este no soportó y falleció a causa de una infección generalizada. Tiempo después se enteró de que en realidad, el remedio era inconveniente en ese tipo de casos, además de tener muchas contraindicaciones, por lo que la familia inició un juicio por mala praxis.

Tras las averiguaciones de dicho juicio se descubrió un acuerdo particular que existía entre el cardiólogo y el laboratorio estadounidense Jannsen Cilag, siendo que por cada ocasión que este aplicaba dicho tratamiento, el médico recibía un pago de 18.000 dólares. Pero también se supo de otros cinco enfermos ya habían participado de este experimento.

Cabe mencionar que hace tres años estalló un escándalo donde murieron 14 bebés en provincias pobres de Argentina, luego de haber sido sometidos a un ensayo de la estadounidense GlaxoSmithKline donde se les aplicaba una vacuna contra el neumococo, al parecer en esta prueba también incluyó a 14.000 niños.

Tras el caso mencionado algunos legisladores presentaron proyectos para regular este tipo de investigaciones. Siendo que no llegan aun acuerdo ya que enfatizan que en el sector de la sanidad pública que deberían mejorar las condiciones salariales, para que de esta forma se pueda evitar que los profesionales tomen decisiones en las que el beneficio económico prime sobre la salud de sus pacientes.

Siendo por esta y otras tantas investigaciones, es que miles de latinoamericanos corren el riesgo de convertirse en conejillos de indias debido a una laguna legal que es urgente cerrar.

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