¡Metete a las aguas!

Dios usa muchas veces el agua como uno de los símbolos del
Espíritu Santo. Uno de los primeros milagros de Jesus fue la
pesca milagrosa, en la narración dice que Jesus estaba enseñando,
pero no se dice que estaba enseñando. En los pasajes anteriores
solo menciona que Jesus predicaba el evangelio del reino. Ahora
bien hay otras experiencias escritas que vienen en la palabra y
relacionadas con el Espíritu y raramente se entienden.

¿Por qué razón no menciona ningún evangelio la enseñanza de
Jesus? Tal vez estaba predicando como hacer milagros, como hacer
sanidades, como evangelizar, los 7 pasos para el éxito, el método
exitoso para una pesca milagrosa o un curso intensivo de pescas
milagrosas… tal vez.

 

“Aconteció que estando Jesús junto al lago de
Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de
Dios.” Lucas 5:1

 

 

Jesus estaba comenzando su ministerio y estaba reclutando
discípulos, pero antes de esto dice la biblia que Jesus fue lleno
del Espíritu Santo. Después de los cuarenta días y la tentación
del desierto dice entonces que Jesus volvió, claramente lo dice
volvió,  pero ahora venia en el Poder del Espíritu Santo.
Luc 4:14. La gente veía los milagros y tenía un hambre provocada
por ese poder del Espíritu Santo en Jesus. El Espíritu Santo a
través de Lucas está demostrando como el ministerio de Jesus
prosperó con el Espíritu Santo. Es decir Jesus estaba siguiendo
el orden divino. ¡Seguir el orden divino de Dios trae el poder
del espíritu Santo!.

 

   

“Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del
lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus
redes.” Lucas 5:2

 

Jesus vio el escenario perfecto para predicar y demostrar el
poder de Dios, pero guiado por el Espíritu Santo:

 

“Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de
Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose,
enseñaba desde la barca a la multitud.” Lucas 5:3

 

Dios envía su poder para demostrar y hacer su voluntad.  El
escenario estaba listo para que todos salieran bendecidos, Jesus
necesitaba discípulos para enseñar, los pescadores necesitaban
peces, la gente quería oír la palabra, el Espíritu Santo
necesitaba alguien que supiera fluir en el poder del Espíritu
Santo y dispuesta a hacer la voluntad de Dios.

 

“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar
adentro, y echad vuestras redes para pescar.” Lucas
5:4

 

Jesus había dado su mensaje, ahora el tiempo era el tiempo del
Espíritu Santo. Jesus enseño lo que el Espíritu estaba diciendo
en ese momento y ahora venia la demostración del poder de Dios.
Ya estaban enseñados y cada quien había recibido la palabra de
parte de Dios.

     

“Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche
hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra
echaré la red.” Lucas 5:5

 

La palabra estaba dada pero los corazones todavía estaban igual,
es decir, la palabra de Dios se dio y se entendió lo que Jesus
predico, pero no habían cambiado los corazones. ¡Ahora venia la
demostración de poder del Espíritu Santo!. Jesus había hablado lo
que el Espíritu estaba diciendo, de toda la multitud hubo uno
solo que tuvo la oportunidad de hacer lo que el Espíritu estaba
diciendo en ese momento para que se cumpliera la pesca milagrosa.
Simón tenia la red en sus manos, es decir Dios lo iba a usar para
que se hiciese el milagro. Simón actuó sobre la palabra rhema
hablada por Jesus.

 

“Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de
peces, y su red se rompía.” Lucas 5:6

 

El milagro se produce y vemos la manifestación de la gloria de
Dios. Jesus estaba fluyendo en el poder del Espíritu Santo. Y
Jesus le dice ahora a Simón:  “Boga mar adentro,
y echad vuestras redes para pescar.”

 

Contra toda lógica, contra todo conocimiento de un experto
pescador, Jesus le estaba diciendo lo que estaba a punto de
suceder por haber oído la palabra Rhema de Dios. Cuando Dios
habla es como si estuviéramos entrando en las mismas
profundidades del mar, solo para obedecer la palabra de Dios.

 

“Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban
en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y
llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto
Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de
mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que
habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los
que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de
Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:
No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando
trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le
siguieron.

   

¿Estás viendo resultados en tu ministerio? ¿Ves el cumplimiento
de la palabra en tu vida? ¿Hay partes del evangelio que se te
hace difícil creer? Necesitas bogar mar adentro, sumergirte en
las aguas del Espíritu. ¡Buscar el fluir del espíritu!.

 

Ese fluir simplemente esta en obedecer la voz Rhema de Dios. ¡Lo
que Dios está diciendo ahora mismo! ¿Crees esto? Cuando Dios
hable echa tus redes y veras la pesca milagrosa. Cuando estés
listo corre por la red, es tuya échala, boga mar adentro. Jesus
se metió a tu barca, es tu barca, es tu red, échala en el nombre
de Jesus. En su palabra Rhema.

 

Por algo el Espíritu Santo no menciona cual fue la enseñanza,
seguramente ahorita estaríamos diciendo que fue la enseñanza la
que produce pescas milagrosas. Pero el espíritu Santo quería que
vieras la demostración del poder del Espíritu cuando alguien
fluye y se mete a las profundidades del Espíritu. Recuerda “Boga
mar adentro”.

 

Tal vez tú digas como me meto y fluyo en el Espíritu Santo.
Primero acepta tu diseño y no quieras que todos fluyan igual a
ti. Eres único, eres especial y exclusivo, Dios te dio una unción
especial para una tarea especial. Tal vez alguien fluya en la
predicación, tal vez alguien fluya en la enseñanza, tal vez
alguien fluya en la alabanza y la adoración. No busques formulas,
simplemente a lo largo de tu vida tú has visto como fluye la
presencia de Dios y el Espíritu en tu vida. Tal vez algún canto,
tal vez alguna poesía, tal vez algún instrumento musical. El
fluir viene siempre acompañado con el don o talento que Dios te
dio. ¡Debes operar en el diseño de Dios en tu vida! Tal vez es la
intercesión. Ta vez la exhortación, tal vez en orar por las
personas, tal vez en visitar a las viudas y huérfanos.

 

Tal vez tú has sentido muchas veces la llenura y el fluir del
Espíritu pero no sabes qué hacer con ese fluir. Simplemente
sumérgete, nada en la aguas del Espíritu, boga mar adentro,
sumérgete, zambúllete en el Espíritu.

 

Simón tenía un llamado más importante que pescar peces, tal vez
ni él lo sabía. Si él hubiera sentido que su llamado más
importante era ser pescador de peces, no hubiera seguido al
maestro. Tal vez tu estas pescando con las mismas redes de
siempre, porque piensas que eres un pescador de peces y te has
conformado. Tal vez sigues en esa oficina porque crees que Dios
te llamo a ser un gerente o administrador. Tal vez sigues
manejando ese camión y crees que Dios te llamo a observar
paisajes por la carretera. Tal vez crees que tu llamado es para
ser albañil o constructor. ¡Eres un Simón! Y Dios quiere cambiar
tu nombre a Pedro, roca, fortaleza, firmeza, entereza cuando veas
el poder de Dios obrar en ti.

 

  

 ¡Veras la manifestación gloriosa del Espíritu Santo! Metete
a las aguas.

 

¡Santo, Digno eres Jesus, Bendito eres Cordero de Dios!

 

[email protected]

Abdiel Salas

Leer ¡Metete a las aguas! en Blog Cristiano de Abdiel Salas


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