Envidia

Entonces Jehová dijo á Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro? Genesis 4:6

Todos sabemos la historia de Caín y Abel. Abel le ofreció tributo animal y Caín de lo que labró. El Señor miró con agrado a Abel y con cierto desagrado a Caín. Caín se enfada y el Señor responde lo que pone en el versículo.

Pensaba para mi, cuantas veces he tenido envidia de un amigo o hermano que el Señor le ha dado un don que yo no tengo, y, tal vez, me gustaría tener o ha hecho una obra que me gustaría haber hecho a mi.

Como conclusión, veia que si el Señor ha querido que ese don o esa acción la tuviera o la hiciera otra persona es porque así lo ha querido y yo no tengo ningún derecho a protestar, a quejarme, a enfadarme y, mucho menos, a sufrir envidia.

Mi objetivo debe ser serle fiel en lo poco que pueda y, de esa manera, seguro, que el Señor me usará para hacer la perfecta obra que tiene prevista.

Dios nos ayude y nos bendiga a entender que todo lo que seamos, lo seremos cuando estemos a los pies de Cristo.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.