El desprendimiento

Hoy me despedí de mi hija Adriana, su bebé José Manuel y su esposo… se van a Suiza a vivir… a cumplir una «misión para Dios»… «un sueño para ellos»… a ver  como los sueños se hacen realidad en Cristo.La primera en practicar el desprendimiento fui yo, siempre fui de esas mamas gallinas con sus pollitos debajo todo el tiempo… en otro momento, esta noticia habría sido devastadora para mi, pero desde que tengo a Jesús en mi vida todo lo veo con el corazón divino y no el humano, segura de que están cumpliendo la voluntad de Dios, en lugar de estar triste, estoy confiada, segura y agradecida a Dios por haberme permitido hacer el ejercicio de entregarle a él a mis hijos y nietos, en que mejores manos podrían estar, en las mías no tendrán todo lo que Dios puede darles con su omnipresencia, omnipotencia, yo no puedo estar en todas partes, en cambio Dios si.

Estoy feliz de que hayan sido obedientes a Dios, a esa la voz que sale de sus corazones…que un día les dijo abandonen todo y vayan a donde yo les mande.

Cuando obedecemos estamos cumpliendo la  perfecta, justa y buena voluntad de Dios, ellos también tuvieron la maravillosa oportunidad de practicar el desprendimiento,pude ver como redujeron toda una vida de objetos materiales y hasta recuerdos (fotos, detalles) en tan solo cuatro maletas para el viaje,como se despidieron de la familia, amigos, con desprendimiento, seguros de la providencia de Dios para el mañana, siempre confiados  de la mano de Dios , desde que comenzaron las conversaciones para este viaje se dejaron guiar por Dios, y pudieron ver como fluían todas las cosas sin ninguna dificultad, como Dios les  iba abriendo todas las puertas. 


Ellos saben que nuestro  corazón tiene que estar prendido solamente en Dios, Él debe ser nuestro cimiento. El primero de los mandamientos nos dice: «Amarás a Dios sobre todas las cosas», implícitamente se nos está exigiendo ser desprendidos, cumplir esta exigencia no es nada sencillo, pues el corazón humano tiende a aferrarse a seguridades, a personas, a mil preocupaciones acerca del futuro. Cuando se emprende una peregrinación larga se lleva solo lo imprescindible , porque de lo contrario un peso añadido dificultará el progreso. La vida es esa peregrinación, no se trata de ser eremitas y de renunciar a tener familia, amigos aficiones, se trata de vivir sin apego a nada ni a nadie.

Paradógicamente quien consigue ese estado de desprendimiento aprende a contextualizar todo correctamente, aprende a amar porque ama desde Dios y hasta el sentido puramente humano se halla feliz y en paz pues ninguna contrariedad del mundo lo podrá abatir, ya que no está apegado a nada del mundo, ellos confiaron en Dios y obtuvieron la gracia de ser desprendidos.

Con este viaje Dios les dio la oportunidad de saborear el gozo que da  desprenderse de todo, hasta de los afectos, no quiere decir que no van a querer nada ni a nadie, solo que hayan sido capaces de dejar todos los bienes materiales conseguidos con esfuerzo y cariño y apartarse físicamente por un buen tiempo de los afectos, madres, padres, hermanos, sobrinos, siguiendo la voluntad divina.Dispuestos a florecer donde quiera que Dios los plante.
Bendiciones y más bendiciones mis amados.

PAZ Y BIEN ¡¡¡ 

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