Contexto histórico del Apocalipsis (I parte)

Hace unas entradas atrás platicamos sobre la importancia de estudiar el Apocalipsis desde su contexto, no obstante me limité a dar ese consejo para que en esta oportunidad comencemos a hacer una aproximación a ese contexto histórico en que se escribió el Apocalipsis, sin el cual nos resultaría imposible acercarnos a las verdades que el libro realmente enseña.

Antes de continuar, es necesario aclarar que la ESCATOLOGÍA no debe entenderse solamente como una ciencia bíblica cuyo objeto de estudio son los eventos futuros, pues eso sería maniatar esta ciencia. Ella también se encarga de estudiar los eventos pasados y presentes para que a la luz de esos tiempos se pueda comprender el por qué de los eventos futuros o al menos el cómo se llegará a esos eventos. Dicho de una manera más sencilla, y como en una ocasión anterior hemos dicho, la escatología nos ayuda a comprender el mensaje del Apocalipsis para el aquí y ahora, como también para el futuro.

UNA APROXIMACIÓN AL CONTEXTO HISTÓRICO NO ES TAN FÁCIL
Quisiera saber exáctamente todo lo que estaba pasando en el momento histórico en que fue escrito el Apocalipsis y tener la autoridad de escribirlas en este blog, pero sinceramente no lo sé. Y no es porque no haya estudiado el tema, sino porque me encuentro con diferentes autores, teólogos e historiadores y, con ello, diversos puntos de vista que derivan en contarnos la historia de maneras diferentes. Y esto lo he notado no solamente en el contexto histórico del Apocalipsis, sino en cada cosa y estudio que requiera una reseña histórica. Es decir, nunca he encontrado uniformidad en la historia; jamás he quedado satisfecho de que algo pasó así como me lo han relatado. A decir verdad, dudo de la veracidad de muchas cosas que he aprendido de la historia salvadoreña o de cómo se descubrió América… en fin, considero que cada historiador relata la historia desde su punto de vista, conforme a lo que le conviene históricamente contar, o también pienso que lastimosamente la historia ha sido tan manoseada que ya no la tenemos virgen e intacta.

Es más, la historia misma de Jesús en los evangelios nos deja muchas interrogantes pues hay escenas que los evangelistas cuentan de diferente forma. Y no estoy diciéndo que sean mentira (¡Líbreme el Señor de dudar de la Biblia!), lo que pasa es que los redactores de los evangelios en realidad no cuentan la historia de Jesús, sino que la interpretan y escriben conforme a sus puntos de vista y también pensando en los destinatarios de esos evangelios.

Así las cosas,  en la siguiente oportunidad trataremos de hacer una aproximación a lo que consideramos es la verdad histórica de lo que ocurrió mientras se redactaba el Apocalipsis. Dicha aproximación la haremos en base a lo que diferentes autores e historiadores concuerdan.


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