«Pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre» Éxodo 6:9
Luego de que Moisés habló con faraón, exigiéndole que liberase al pueblo hebreo, el rey de Egipto decidió oprimir más a los judios, sumiendo al pueblo de Dios en un estado de angustia y depresión.
Entonces Dios habla a través de Moisés y envía un mensaje a su pueblo «Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre» Éxodo 6:6
¡Dios mismo iba a intervenir en la situación! Sin embargo, el pueblo hebreo no escuchaba el mensaje de esperanza de parte de Dios debido a la situación por la que estaba pasando; nosotros, al igual que ellos, muchas veces ignoramos a Dios debido a que nos enfocamos en las circunstancias que nos rodean.
Muchas veces debemos alzar el rostro y ver por encima de todo aquello que nos rodea, sea bueno o sea malo, para distinguir la voz de Dios que nos indica hacia donde debemos ir.
Sin importar las circunstancias que nos rodeen, no debemos dejar de confiar en Dios, después de todo ¡Dios siempre cumple sus promesas!
«Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ» Éxodo 6:8
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