The New York Times Magazine (suplemento dominical del periódico The New York Times) muestra una fotografía de conejos en la portada de su edición del domingo de Resurrección, sin embargo, el periódico formula una pregunta bastante inusual: “¿Pueden los animales ser homosexuales?”
El Dr. Albert Mohler, presidente de uno de los Seminarios Bautistas más grandes e influyentes en Estados Unidos, ha posteado en su blog una réplica a tal artículo, que incluimos en español a continuación. La importancia de la discusión se centra en los esfuerzos de algunos científicos por probar que la homosexualidad es genética, lo cual va en contra de lo que creemos como cristianos.
Jon Mooallem informó que “hasta ahora, se han registrado diferentes formas de actividad sexual entre animales del mismo sexo, en más de 450 especies diferentes, desde flamencos hasta bisontes, escarabajos, peces guppy, e incluso jabalíes”. Bien, eso es una estadística bastante sorprendente en muchos niveles. Parece que los investigadores han estado tratando de documentar y explicar estas actividades. Hasta ahora, solo existe una documentación superficial y una seria controversia de cómo poder explicarlo.
Mooallem explica:
En la mayoría de las especies, el sexo homosexual se ha documentado de forma esporádica, y parece que son pocos los casos existentes de animales individuales que participan en ello exclusivamente. Durante más de un siglo este tipo de observación, si se indicaba en los registros de los trabajos científicos- se hacía como mera curiosidad, y no era estudiada como un legítimo sujeto de investigación. Los biólogos trataron de dar una explicación de lo que habían visto, o desestimarlo por ser teoricamente sin sentido –una falla aislada en un universo darwiniano más bien elegante donde todas las facetas del comportamiento de un animal están orientadas a la reproducción.
La historia en la portada de la revista comienza en Hawai, donde los observadores están documentando el comportamiento de los albatros. La investigadora Lindsay C. Young, señaló la existencia de algunas parejas de aves del mismo sexo, algunas de los cuales “han estado juntas” por varios años o más. ¿Son acaso estas aves lesbianas?
Young se niega a utilizar los términos “hetero” o “lesbiana” para referirse a los albatros porque considera que son términos usados en humanos. Sin embargo, sí usa el término “animales homosexuales” al referirse a la colonia de albatros. “Esta colonia es, literalmente, la mayor proporción de -no sé cual es el término correcto: “¿animales homosexuales”? – en el mundo.” Y además agregó, “De lo que estoy segura, es que algunas personas creen que es algo grandioso y otros podrían pensar que no lo es.
Al menos un grupo de homosexuales con sede en Denver celebró el estado de la colonia, refiriéndose a “la amplia comunidad lesbiana de padres albatros.” Stephen Colbert informó sobre el caso en el Comedy Central, refiriéndose a las aves como “albatresbians”. [Albatros+lesbianas].
Toda esta iniciativa acerca de la sexología animal apunta a causar algunas reacciones. Lindsay Young tiene a su favor el parecer bastante clínica y no utilizar términos explícitos. Un aspecto fascinante de esta investigación es el hecho de que la determinación del sexo de algunos animales puede ser bastante difícil. Cuando los científicos observan dos animales en un comportamiento sexual, generalmente asumen que la pareja es heterosexual. Un biólogo se refiere a esto como un “sesgo heterosexista.” Bruce Bagemihl dijo: “Todavía hay una presunción general de la heterosexualidad. Los individuos, las poblaciones o especies se consideran enteramente heterosexuales hasta que se demuestre lo contrario”.
La cobertura de la revista es en general, tanto interesante como ecuánime. Como Jon Mooallem reconoce, se trata de un ámbito relativamente nuevo de la investigación en animales, sin embargo ha captado gran atención. La razón es obvia -la cuestión de la homosexualidad es uno de los debates más controvertidos en nuestra cultura. Ambas partes en el debate tienen un interés vital en la información, pero aún es mayor el interés por la interpretación de la misma.
Aquellos que fomentan la regularización de la homosexualidad están dispuestos a fundar su posición en el hecho de que el comportamiento homosexual es natural, o al menos no es antinatural. La existencia documentada de la homosexualidad en los animales supuestamente ayudaría al caso. Por otra parte, desde hace mucho tiempo los opositores a la regularización de la homosexualidad han señalado el principal hecho biológico de que la homosexualidad no da lugar a la reproducción – la cual es el objetivo de cada especie.
Continúa.
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